Al avanzar las semanas la zanja que se abrió entre la sociedad civil y la clase política, tras los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado, sigue haciéndose más profunda y nada parece detenerla. Tal fenómeno lastima a los partidos políticos que de por sí ya estaban fracturados desde antes del siniestro. Aquel fatídico mes confirmó que los políticos solo tienen el interés de cuidar su trayectoria, tampoco parece afectarles estar divorciados de la realidad del electorado que dicen representar. Su ambición los lleva a realizar campañas mediáticas en medio de los escombros y de los campamentos ubicados a unos metros de los hogares devastados. Les da igual la escasez de agua, la falta de gas o de luz que sufren los afectados en algunos casos. ¡Lo importante son los votos! Más insensibilidad sería imposible pedir. ¿Los ciudadanos merecen esto? ¿Serán capaces de darle vuelta al destino?
En este contexto oscuro, resulta comprensible que los políticos hayan retomado la guerra sucia contra sus contrincantes, no pudieron mantenerse con los labios cerrados sin decir una barbaridad, les apresuraba volver a la normalidad, a lo único que les incumbe, la búsqueda del poder. En este sentido, Andrés Manuel López Obrador, dirigente de Morena, reapareció y acusó al expresidente de la República, Vicente Fox, de estar impulsando las aspiraciones presidencialistas de José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito Público. El tabasqueño recordó que el exmandatario ya había actuado así en 2012 cuando apoyó las aspiraciones de Enrique Peña Nieto.
En el norte del país el ambiente es similar, el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón aspirante a ser candidato presidencial independiente comparó al Frente Ciudadano por México integrado por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano con una pandilla que solo busca repartirse el poder. También le dedicó unas palabras a López Obrador a quien le deseo que pierda por tercera vez en el 2018.
Otro personaje que ha concentrado las críticas es Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, la Cámara de Diputado investigará su riqueza inexplicable. A esto se suma que los senadores Javier Lozano y Ernesto Cordero, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles y el ex mandatario poblano Rafael Moreno Valle Rosas quieren impedirle que se convierta en el abanderado presidencial del Frente Ciudadano por México. Es complejo predecir si Anaya podrá resistir tantos embates. Por lo pronto, denunció que la salida de Margarita Zavala solo beneficia los intereses de López Obrador y de Meade Kuribreña. Está lejos de calmarse la tempestad y en esta lucha el PAN quedará destrozado.
A los priístas también les han llovido cuestionamientos, fueron llamados demagogos por haber regresado sus prerrogativas electorales del 2017, de igual modo no tuvieron suerte con su idea de eliminar a los diputados plurinominales ya que esto es una atentado contra la pluralidad. Paralelamente los perredistas aprovechan cualquier resquicio para atacar a la
delegada de Tlapan, Claudia Sheinbaum (virtual candidata de Morena a jefa de gobierno de la Ciudad de México), consideran que su actitud fue negligente frente a la tragedia del Colegio Enrique Rébsamen que cobro la vida de 32 niños y cinco adultos el 19 de septiembre.
Finalmente el INE realiza una campaña con la intención de que las personas que perdieron sus credenciales de elector puedan tramitarlas de formar inmediata. Ya que andan de voluntariosos, seria interesante que levantaran una encuesta entre los damnificados y les preguntaran si piensan votar el próximo año.
Queda claro los políticos no cambiarán, entonces la opción es que los electores lo hagan.