El experto de la UNAM señaló que durante el enamoramiento, aumentan las defensas contra cualquier microorganismo
Ciudad de México.-Experto de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM) señaló que el estar enamorado pueden hacer que las personas pueda resistir a los efectos del Coronavirus Covid-19.
Ignacio Camacho Arroy, académico de la Facultada de Química de la UNAM, indicó que el estar enamorado puede modificar la actividad del sistema inmune, lo que representaría una defensa contra el virus.
“En esta etapa vamos a tener más defensas contra cualquier microorganismo. Si estamos enamorados y nos enfermáramos de COVID-19, por ejemplo, es mucho más probable que podamos resistir al virus”.
Ignacio Camacho Arroy, académico de la Facultada de Química de la UNAM
El experto explicó que en términos biológicos, el amor es un fenómeno integral en el que participa todo el organismo, el cerebro y otras glándulas producen mensajeros químicos que tienen comunicación entre sí.
De igual forma, sostuvo que existen dos tipos de amor, el de pareja y el filial, este último está relacionado con lo maternal o bien con lo paternal, pero que ambos son fundamentales para la supervivencia de especies.
El académico explicó que en amor está formado por tres fases, el enamoramiento, amor pasional o consolidación y amor de compañía.
De manera particular, explicó que en la primera fase se presenta una actividad cerebral que modifica la manera selectiva de diferentes regiones del sistema nervioso central.
También señala, que se produce una activación y desactivación de regiones cerebrales, por ello existe una percepción de la realidad diferente, ya que a nivel de la corteza cerebral las diferentes zonas activadas están relacionadas con la confianza y la seguridad, mientras que las que están inactivadas están relacionadas con el juicio y la percepción de la realidad.
“Cuando se está en la etapa inicial del enamoramiento, la percepción de la realidad es un poco diferente de lo que ocurre, pero esta activación o desactivación de las zonas del cerebro no dura toda la vida”.
Ignacio Camacho Arroy, académico de la Facultada de Química de la UNAM