Estafador de Iztacalco decía ser de Michoacán
Ciudad de México. – Una usuaria de la plataforma para conocer personas, llamada Tinder, narró lo que le sucedió, al contactarse con un hombre.
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Sandra conoció a una persona en Tinder, el joven, quien se presentó como Arturo le había dicho que vivía en Michoacán, allá trabajaba, supuestamente, en una ocasión le contó que había ido a la feria de Arandas, Jalisco, ella le encargó un tequila, le depositó el dinero, cuando se encontraron, nunca se lo entregó.
Esta sería una de las primeras estafas. Ella trató de indagar sobre él y busco información en su Instagram y se dio cuenta que tenía novia. Esta situación se la había ocultado, ella decidió comentarle hasta que se vieran.
Él justifico que su novia vivía en Estados Unidos, pero le ofreció ser amigos. VIAJE A SONORA En una ocasión planearon un viaje a Sonora, él le dijo que le prestara para pagar los boletos incluso el Airbnb y que en el viaje él le pagaría después todo.
Cuando iba a mi casa, yo ponía todo, yo hacía de comer, esperaba que al menos él lavara los platos, pero ni eso hacía. Seguía saliendo con él con la esperanza de que pasará algo más, cuando estaba conmigo.
“Nos fuimos a una feria a Sonora, ahí pensé ‘este niño me da mucha desconfianza’, él se emborrachó, yo me puse a llorar”. Cuando llegó el día de regresar a la Ciudad de México, Sandra le pidió que él pagará el transporte de regreso. Él se rehusó y le dijo que sólo había llevado 800 pesos para viajar. “¿Cómo sólo llevas 800 pesos para salir de viaje”, refutó ella?
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“Ya estábamos muy incómodos. Sobre todo, yo, porque tenía que pagar, le invité todo. El último día no quise pagar nada. Ya sospechaba que salía con otra persona, estaba demasiado incómoda para pelear.
Se nos olvidó hacer el check-in, yo tuve que pagar de nuevo. No quise poner el Uber y nos fuimos en transporte al aeropuerto”. El vuelo de regreso a la Ciudad de México fue tarde, por lo que Sandra le pidió que se fuera de inmediato, “ya no quería estar con él”. Pero, Arturo sólo llevaba un boleto de metro, “en pobre, qué horror”, comentó; y le pidió asilo sólo por esa noche.
Sandra decidió contactar a su supuesta novia y contarle todo lo que había pasado. “Le escribí a la chica, le dije conozco a Arturo, pasó esto y esto y lo otro. Ella me respondió que ya no era novios y que él seguía trabajando para una empresa de su familia, se quedó de encargado. Me contó que abusó de la confianza de su familia, metía chicas a la casa de sus familiares”.
La exnovia le reveló que Arturo no era de Michoacán y que vivía en Iztacalco, no tenía dinero, Sandra decidió contactar a la mamá de Arturo y le comentó todo lo que había pasado. La madre dijo que hablaría con su hijo y nada más.
Un poco al estilo de “El estafador de Tinder”. Incluso, identificaron que estaba saliendo con otra chica, la buscaron y le advirtieron de quién era Arturo. La joven no tuvo ni una reacción y no saben si les creyó. Él se enteró y le mandó mensajes amenazantes a Sandra.
Me reclamó de por qué le hablé a su exnovia y a su mamá. Me amenazó, yo andaba en la calle, ese día estaba en la Condesa, me subí al metrobús, bajando estaba una patrulla, les conté a la patrulla y me llevaron a mi casa. Le conté a mi primo que estaba en la policía, me dijo que me asesorara, le envíe un mensaje diciéndole que si me amenazaba iba a tener problemas.
Ahora Sandra está más alerta a los signos de estos hombres que suelen aprovecharse. Esta historia da a conocer los peligros que involucran al conocer a personas por estos sitios de internet, los cuales suelen demostrar que muchas de las veces no son quienes dicen ser, o van mostrando otras formas de ser.
Con información de La Silla Rota
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