Descubre cómo Victor Lustig vendió la Torre Eiffel dos veces utilizando su astucia y conocimiento psicológico.
La Torre Eiffel, uno de los íconos turísticos más emblemáticos del mundo, no siempre fue admirada por los parisinos, quienes inicialmente criticaron su diseño por no armonizar con el estilo romántico de París.
Este monumento, construido en dos años para la Exposición Universal de 1889, estaba destinado a ser desmantelado después del evento, pero permaneció, convirtiéndose en el escenario de una de las estafas más notorias de la historia por Victor Lustig, quien vendió la Torre Eiffel en dos ocasiones a compradores desprevenidos.
Te revelamos los detalles de su audaz plan.
¿Quién era Victor Lustig?
Conocido en la élite como el conde Lustig, Victor nació en Hostinné, República Checa, y adoptó el nombre de Robert V. Mille para infiltrarse en la alta sociedad y ejecutar sus estafas.
Hábil en varios idiomas y con un encanto natural, Lustig encontró en París y Nueva York los escenarios perfectos para sus crímenes.
‘El conde Victor Lustig, un hombre que hablaba varios idiomas y se vanagloriaba de su refinada cultura, fue uno de los grandes estafadores de los tiempos modernos’, se cita en el libro Las 48 Leyes del Poder de Robert Greene.
¿Cómo vendió la Torre Eiffel?
En 1925, aprovechando los rumores de que la Torre Eiffel era una ‘carga’ para las finanzas de París, Lustig ideó un plan para ‘vender’ el monumento.
Reunió a los principales comerciantes de chatarra en el hotel Crillón, presentándose como el director del Ministerio de Correos y Telégrafos y les invitó a licitar por el desmonte de la torre.
‘Señores, éste es un asunto urgente que exige absoluta confidencialidad. El Gobierno tendrá que demoler la Torre Eiffel’, les explicó Lustig.
Tras un recorrido por la Torre, seleccionó a su víctima principal, Monsieur Poisson, a quien finalmente estafó con 250 mil francos, prometiéndole documentos oficiales que nunca entregó.
Otras estafas de Victor Lustig
Antes de su famosa estafa con la Torre, Lustig había engañado a muchos con una máquina que supuestamente imprimía dinero.
Incluso intentó estafar a Al Capone prometiéndole duplicar 50 mil dólares en 60 días, un plan que terminó ganándole una pequeña suma de dinero del mafioso sin consecuencias negativas.
Su carrera delictiva continuó hasta que fue traicionado por una amante y capturado por las autoridades, muriendo en prisión en 1947.
¿Estrategia o poder? Técnicas que usaba Lustig para estafar
Robert Greene destaca que Lustig sabía cómo usar su apariencia y encanto para atraer a sus víctimas, haciendo que lo imposible pareciera plausible.
‘Lo enorme engaña al ojo humano. Nos distrae y sobrecoge, y resulta tan evidente que no conseguimos imaginar que oculte un engaño’, explica Greene sobre la psicología detrás de las estafas de Lustig.
- Con información de Milenio