Durante semanas, después de las elecciones de julio pasado, me he dedicado a leer información periodística, columnas y análisis sobre el pregobierno de Andrés Manuel López Obrador, para entender qué sucede y qué podríamos vivir los mexicanos en los próximos años.
He preferido no escribir con la regularidad que lo hacía, porque estoy convencido de que lo que viene a partir del primero de diciembre, deberá ser abordado con mucho aparato crítico, es decir, muy sustentado en hechos empíricos, teorías y doctrinas.
Sin embargo, este momento me parece oportuno para escribir acerca de algo que detecto, que leo entre líneas y que considero singular: observo que el régimen López Obradorista busca debilitar o desmantelar poco a poco el sistema político mexicano actual. La pregunta es, para qué hacerlo.
Esto que acabo de decir, no lo califico como bueno o malo y se puede entender de dos maneras dicotómicas; se las presento, con la idea de que sea usted quien arroje la conclusión o calificación final.
Lo bueno de debilitar el sistema político mexicano actual, socavándolo con recortes y eliminación del gasto público excesivo por parte de la clase política gobernante, se entiende a la luz de los índices de la desigualdad económica y la injusticia en las oportunidades que reciben los mexicanos.
Si mi lectura es correcta, Andrés Manuel López Obrador y su equipo de colaboradores y amigos más cercanos –del próximo Poder Ejecutivo y del actual Poder Legislativo-, iniciaron una serie de acciones públicas con el objetivo de disminuir los recursos públicos entregados a los partidos políticos, disminuir los gastos en la Cámara de Diputados al Congreso de la Unión, en la de senadores y en los congresos de los estados, además de proyectar una serie de reformas legislativas tendientes a generar ahorros en gastos -aparentemente superfluos-, de los miles de gobernantes que ha tenido este país durante los últimos 18 años, por lo menos.
¿Se imagina eliminar el 50% de los recursos asignados en tiempo no electoral a los partidos políticos? Es algo que se ha pedido por muchos años y todos los partidos políticos han hablado y aceptado esto, sin embargo, es Morena quien ya presentó una iniciativa en el Senado para hacer realidad el recorte.
Lo malo de debilitar el sistema político mexicano actual, socavándolo con recortes y eliminación del gasto público excesivo por parte de la clase política gobernante, se entiende a la luz de una estrategia política para conservar y acrecentar el poder político de Andrés Manuel López Obrador, del partido Morena y de su gente más cercana.
Me explico: Recortar el presupuesto a los partidos políticos, en sí los hará débiles –salvo a Morena-, porque con menos dinero podrán hacer menos. ¿Y Morena no correrá la misma suerte? No, porque tendrá a su disposición el dinero del Poder Ejecutivo Federal, tal como lo hicieron en su momento el PAN y el PRI, e inclusive el PRD, que ha sido aliado del Poder Ejecutivo federal.
Además, hay que considerar que los demás partidos –salvo Morena- quedaron muy reducidos en los espacios de poder desde donde podrán obtener recursos. En suma, partidos débiles, significará más oportunidades para Morena en la arena electoral.
Y recortar el gasto en el Congreso de la Unión y en los congresos de todo el país puede tener el mismo objetivo, es decir, durante años los partidos hegemónicos PRI, PAN y PRD se dedicaron a construir todo un andamiaje legislativo y financiero, que les permitió jugar con ventaja. Tener dinero, programas e instituciones públicas centralizadas, descentralizadas, desconcentradas y autónomas, en donde pudieron colocar a su gente leal, les permitió conservar el poder, tener recursos y competir por retener el poder entre ellos tres.
Luego entonces, socavar los presupuestos en el Congreso de la Unión y en los congresos estatales, ayudará a los legisladores de Morena, porque son mayoría en prácticamente todo el país y serán los que se quedarán con la mayor parte de los recursos.
Sin duda, esta tesis la entenderá de manera más simple si considera lo que la ciencia política enseña: un hombre de Estado debe ganar, retener y acrecentar el poder.
¿Cuál de las dos tesis le parece más razonable? Su respuesta le podrá dar la respuesta a la pregunta, ¿para qué socavar el Sistema Político Mexicano?.