Sin argumentos científicos o pruebas que demostraran la veracidad de sus supuestos, esta semana tres de las más “prestigiadas” universidades privadas y católicas del Estado de Michoacán en México, se pronunciaron en contra de las uniones igualitarias es decir de los matrimonios gay aprobados esta semana; desde una posición que pareció ser más moralista que científica argumentaron que son anormales.
Acepta Papa Francisco uniones de hecho
El papa Francisco, el pasado 13 de mayo de 2016, cerró la puerta al matrimonio católico entre homosexuales al sostener que “no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”; consideró “inaceptables” las presiones para instituir el matrimonio gay en algunos Estados, pero pidió a la Iglesia “valorar” las “uniones de hecho”, reconocer “los signos de amor” entre esas parejas y “acogerlas y acompañarlas con paciencia y delicadeza”.
Lo anterior en Amoris Laetitia (la alegría del amor), documento resultado de dos consultas y de sínodos que comenzaron en octubre de 2014 y terminaron en el mismo mes en 2015. También señala en la exhortación apostólica que las familias no son un problema, sino principalmente una oportunidad.
Holanda el primero en aceptar matrimonio gay
El matrimonio homosexual es legal en Inglaterra, Gales, Holanda, Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, Nueva Zelanda, Uruguay, Francia, Luxemburgo, Brasil, Irlanda, Finlandia, Estados Unidos y Colombia. Holanda fue el primero de en aprobarlo en el año 2000.
En México, es legal en los estados de Colima, Quintana Roo, Coahuila, Michoacán, en la Ciudad de México y se ha permitido vía Juicio de Amparo concedido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación por considerar discriminatorio los códigos civiles en Oaxaca, Puebla, Nuevo León Guanajuato y el Estado de México.
A Peña no le quedaba de otra…
El presidente Enrique Peña Nieto propuso el martes 17 de mayo de 2016 reformar el artículo 4 de la Constitución mexicana y el Código Civil Federal para incorporar el reconocimiento al derecho del matrimonio igualitario sin importar la orientación sexual y sin discriminación, “se reconocerá como un derecho humano que todas las parejas puedan contraer matrimonio sin discriminación”, aseguró Peña en Los Pinos.
En Michoacán no hay quinto malo…
El pasado miércoles 18 de mayo de 2016, al medio día, en una decisión histórica para el incipiente movimiento gay en la entidad, el Congreso de Michoacán avaló los matrimonios igualitarios. Con 27 votos a favor y ocho abstenciones, el legislativo aprobó por mayoría las reformas al Código Familiar con que se reconocen estas uniones. Es el quinto estado de la República en avalarlo. La bancada del PAN se abstuvo de votar y también la diputada Rosalía Miranda Arévalo del PRI, quien no se alineó a su bancada en este dictamen.
Tornillo va con tornillo; Cardenal Suarez Inda y la homofobia de La Salle, Unid y Uvaq
Previo a esto, por la mañana, el Cardenal Suarez Inda, uno de los máximos patrones de la Iglesia Católica en México, encabezó una conferencia de prensa, fijó su postura, dijo que era la de un ciudadano común y corriente, aseguró que con los matrimonios ‘gay’ se pone en riesgo paz social y que “tornillo va con tuerca no con tornillo”.
El Cardenal fue acompañado en este anuncio de organizaciones conservadoras, de esas que se la pasan con el rosario en la mano y dándose golpes de pecho; estuvieron dos rectores, el de la UNID, Claudio Florean Arenas y el de la UVAQ, Raúl Martínez Rubio, según también traían la voz cantante y compartía visión con La Salle.
“Estamos aquí en congruencia en la defensa de los derechos de la familia, las instituciones académicas somos formadoras de la sociedad y constructoras de cultura”, sostuvo el rector de la UVAQ al que la comunidad gay debe agradecerle que aunque pagan sus colegiaturas esta universidad los respeta, “tenemos alumnos con diferentes opciones preferenciales y se les respeta en su dignidad de ser humano”, nada más esa faltaba, que no.
Para Martínez Rubio la decisión que tomó el Congreso fue una imposición pues no se consultó a la sociedad, a las mayorías que dice, se oponen a estas uniones. “No estamos atacando a las personas; que se nos respete a la gran mayoría que creemos en la familia”, la que conforman solo un hombre y una mujer.
Para la UNID la única familia válida como base de la estructura social es la que forman un hombre y una mujer, según su rector Claudio Florean Arenas, quien también por cierto aseguró y perjuró que respetan y apoyan en su formación a sus alumnos y alumnas con orientación homosexual para “coadyuvar una sociedad estable”, dijo.
Frente a los Rectores y el Cardenal, la cereza en el pastel fue la afirmación de que la homosexualidad es una enfermedad que puede ser tratada que dijo José de Jesus Castellanos de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos que Integra el Consejo Interreligioso de Michoacán.
Para terminar el Cardenal Suarez Inda matizó un poco, “todos somos enfermos”, respondió a un periodista luego que le preguntó si los homosexuales son enfermos.
En ningún momento los ponentes y en especial los Rectores citaron o refirieron estudio, sondeo, encuesta o cualquier documento con rigor metodológico para sustentar sus posiciones.
Universidades encabezan discurso de odio, violentan Derechos y olvidan el método; Grupo de Facto
De acuerdo con Julio Cesar Bermúdez, Maestro en Derecho a la Información y representante de Grupo de Facto, una organización formada para defender los derechos humanos de grupos vulnerables la posición que adoptaron las universidades caen en “lo moralino” y señala que lo más preocupante es que con ese discurso de odio hacia las minorías, la academia abandono por completo el conocimiento científico.
Y rebate a los académicos al afirmar que los derechos humanos no pueden ni deben ser sometidos a consulta popular; el someterlos a ello representa una grave violación como lo pidió el Rector de la UVAQ.
“Su discurso – el de los Rectores- está fundado en una realidad cristiana de al menos 700 años, ellos dicen que no discriminan pero sí lo hacen al plantear que no es normal ni natural, entonces sí no es normal es anormal y si es anormal entonces estás enfermo, contrario a la realidad social”, argumenta.
Lo primero que debe saltar es el respeto a la dignidad humana, las mayorías no pueden decidir sobre el derechos de las minorías como los Rectores plantean, aclaró Bermúdez.
Para el defensor de Derechos Humanos, el discurso de los académicos es de odio al señalar a los otros “porque no cumplen el perfil que sí tiene ellos, no tiene la verdad absoluta, ellos lo deben de saber, si quieren encontrar la verdad absoluta que se metan a los libros”, invitó.
“Lo que veo es un discurso de odio que no es solamente peligroso sino que está atentando contra un marco de Estado de Derecho, pues está regulado que no se deben generar discurso de odio y lo paradójico es hacerlo desde la academia”, reprobó.
Para Bermúdez es lamentable que académicos de ese nivel salgan con argumentos tautológicos a tratar de defender sus posiciones, “no pueden salir a fijar su posicionamiento basado desde la fe, son académicos, como es posible que hagan eso”, exclamó.
Pero aquí no hay novedad…
Si bien tampoco es una novedad que las universidades católicas sean más papistas que el Papa, lo cierto es que deben ceñirse al régimen constitucional; en el artículo 7 en su fracción sexta estipula que la educación, ya sea la pública o privada deberá promover la justicia, observancia de la Ley e igualdad, así como propiciar el conocimiento y respeto a los Derechos Humanos.
La interrogante es si con ese discurso de odio hacia las minorías y su pretensión de someter a consulta un derecho humano están contribuyendo a esos fines. ¿Quién las mete en cintura?.