Un caso de bullying en primaria de Morelia, escaló por la desatención de docentes y directivos de la institución
Morelia, Michoacán.- Pese a la denuncia oportuna de una alumna víctima de bullying en una primaria de Morelia, la desatención de la maestra y directora de la institución académica, permitió que la violencia escalara a tal grado, que la niña tiene que tomar clases a distancia.
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Se trata de un caso “grave” en la primaria Belisario Domínguez, ubicada en el Centro Histórico de Morelia. En el que incluso la directora del plantel, pidió (cuando fue denunciado el hecho) a los padres de la menor no denunciar ante la Fiscalía, ya que ella resolvería la situación al interior.
La víctima de bullying sufría amenazas constantes por parte de uno de sus compañeros de la escuela y violencia psicológica a tal grado, que el agresor le pidió “fotografías íntimas” o de lo contrario, tendría que “atenerse a las consecuencias”. Según relatan los padres de la menor, la pequeña envió las imágenes solicitadas al sentirse “acorralada”, además de amenazada; sin embargo, previo a hacerlo, denunció ante su maestra que estaba siendo víctima de agresiones.
El llamado que pequeña hizo ante su maestra no tuvo consecuencia alguna para su agresor, lo que, por el miedo que le provocó, envió las imágenes, situación que ya fue denunciada por sus papás ante la directora, quien les pidió no denunciar ante la Fiscalía y resolver el tema, que únicamente tuvo como consecuencia para el presunto agresor, una “breve” suspensión.
“En una primera instancia la directora no apoyó para que se denunciara ante la Fiscalía, mientras la maestra de la niña todo el tiempo intentó minimizar el tema”, expusieron los padres de la niña, al señalar que pese a que la directora reconoció que el agresor había solicitado las imágenes íntimas, únicamente lo suspendió por unos días y posteriormente reincorporado tras la petición de sus papás con el argumento de que no se le podía negar la educación.
“No hubo sanciones posteriormente contra el abusador de mi hija, y al contrario las maestras y dirección de esa escuela han querido ocultar lo que pasó”. Hasta ahora, la niña estudia a distancia pero sin contacto alguno con la maestra, quien sólo le envía -a través de terceros- las tareas y cuadernillos que tiene que resolver.
Tras ello, tanto la maestra de la menor como la directora de la institución, se han “desentendido” de la situación y nombraron a una tercera persona para que sea quien atienda el caso de bullying, a tal punto que bloquearon de toda comunicación a los papás de la niña que sufrió la agresión.
“Nos mandaron las tareas que tiene que entregar para el mes de junio y sin asesoría docente, sin más instrucción, una acción que nos parece violenta los derechos de mi hija que sigue siendo la víctima”.
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