Decenas de personas impactadas por el homicidio del sacerdote de Janamuato, municipio de Puruándiro, José Alfredo López Guillén, arribaron a la casa de la madre del clérigo, en Panindicuaro, lugar al que llegaron sus cenizas, luego de que la madrugada del pasado domingo fue localizado el cuerpo del prelado con 4 disparos que le quitaron la vida, y se le ofició una misa en la iglesia que encabezaba.
Desde ayer, cientos de personas despidieron al sacerdote de la parroquia de La Santísima Trinidad de Janamuato, entre llantos, rezos y molestia por la forma en que fue asesinado el clérigo.
Por la noche, las cenizas fueron trasladadas a su natal Panindicuaro, donde se celebró una nueva misa a la memoria de José Alfredo Guillén.
Tanto habitantes de Janamuato, como de Panindicuaro expresaron su molestia, luego de que en medios de comunicación se confundió al sacerdote con un padre de familia acompañado de su hijo de 16 años que ingresaron a un hotel y que, a través de un video filtrado por la Procuraduría General de Justicia de Michoacán, se sugirió como posible línea de investigación, la relación entre el sacerdote y el menor de edad.
La dependencia estatal rechazó ayer esta versión, e incluso familiares de las personas que aparecen en el video, calificaron de difamatoria la nota. Ese mismo sentimiento fue expresado por los asistentes a las misas de despedida del párroco José Alfredo López Guillén.
En ambas misas familiares y allegados al sacerdote, tocaron la urna con las cenizas del otrora clérigo de la Parroquia de la Santísima Trinidad, para llorarle en su último dios.
Los lamentos e inconformidad por el asesinato del clérigo, han llevado a que el cardenal Alberto Suárez Inda, exija justicia y se esclarezca el caso, además de que se ha solicitado a las autoridades estatales garantizar la seguridad.
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