Morelia, Michoacán.-De manera discreta pero a su vez un tanto descarada, el ex líder del cártel Los Caballeros Templarios, Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, se valió de un monólogo dedicado a las piezas que constituyen al ajedrez, para recordar sus tiempos de gloria, cuando era reconocido como uno de los capos del narcotráfico con mayor poderío a nivel nacional.
“Poder y gloria, con la fuerza descomunal de un elefante, y los sabios consejos de un alfil. Fiel y noble consejero de nuestro rey, y valeroso guerrero que como espada templaria y dolorosa, traspasas a nuestros enemigos de lado a lado y de punta a punta en el campo de batalla”, enfatizó al fungir como orador en la inauguración de un torneo de ajedrez organizado por la fundación Kasparov, en el Penal del Altiplano
Ante la presencia de representantes de la Comisión Nacional de Seguridad, el ex capo de la droga pareció, más que dedicar unas líneas al estratégico juego del ajedrez, recordar a su ex jefe Nazario Moreno González, quien conocido por sobrenombres como El Chayo, El Doctor o el Más Loco, fundó el cártel de La Familia Michoacana, junto a José de Jesús Méndez Vargas, reconocido como El Chango.
“Avancemos sin miramiento ni contemplaciones, paso a paso, firmes, siempre de frente eliminando a la diestra y siniestra a nuestros adversarios, con la mirada altiva. Logremos el avance de nuestras tropas para proteger este hermoso legado de libertad y dar la vida si es necesario defendiendo a nuestro noble y poderoso rey”, exclamó al interior del Penal del Altiplano, provocando con sus palabras, sorpresa entre los presentes.
Refiriéndose siempre al juego del ajedrez, el líder delincuencial que, mediante videos, comprometió a diferentes líderes políticos en Michoacán, entre ellos al hijo del ex gobernador, Fausto Vallejo Figueroa; pareció referirse a los “peones” recordando a los sicarios que lo acompañaron, durante la época más álgida que vivió la entidad en materia de seguridad.
El discurso del exlíder de los Caballeros Templarios fue emitido durante la puesta en marcha del programa “El ajedrez como herramienta de reinserción social” que se llevó a cabo en el penal de El Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, donde admitió, “no sé jugar, pero le hago la lucha”.
Con la entonación propia de un discurso emitido para motivar a quienes le escuchaban, La Tuta expresó, “ajedrez, juego, deporte, cultura, arte, pasatiempo y demás, con un gran sinnúmero de aportaciones a las materias y circunstancias que se presentan y prevalecen diariamente en nuestra vida cotidiana; y al final de cuentas, un legado universal de nuestra vida cotidiana para encontrar la manera correcta de fabricar jugadas, emboscadas, engaños a su adversario, y vencerlo en un juego sano y pleito deportivo por demás fascinante”.
En su discurso, Servando Gómez describió el papel que desempeña cada una de las piezas del ajedrez, que generó polémica, debido a la forma tan similar del discurso que se pronunciaba a los integrantes del cartel que encabezó.
A su vez, agregó “dar la vida si es necesario, defendiendo a nuestro noble y poderoso rey, peones soldados fieles y valerosos, no permitamos que avance nuestro rival, apoyados con nuestra altivas y orgullosas torres, vigías que están atentas a defender y vigilar por los cuatro puntos cardinales a nuestro reinado (…) No sucumbamos, ni desboronemos torres, altivas y orgullosas ante el embate de las fuerzas invasoras de nuestros adversarios, que se escuche el clarín”.
En torno a las torres, dijo, “fiel y noble, incita a nuestros guerreros y fieles peones a no claudicar, a luchar hasta lograr la victoria de nuestro rey soberano, con feroz aliento, y así conservar la vida y el poder”, y más adelante enunció, “abran las puertas, salgamos al frente de batalla, apoyémonos con nuestra caballería”.
Sobre el papel de los caballos y la reina, apuntó, “caballos hermosos, al calor, tu que brincas y saltas para aniquilar a nuestros enemigos, cual si fueras un ave (…) Reina, su fuerza, astucia y poder, es la pieza fundamental y sostén y fortaleza a nuestro reino, nunca jamás permitamos que caiga en las manos y garras de nuestros enemigos”.
En ese tenor, el texto pareció un llamado a la defensa del rey, en el que destacó el papel de los alfiles como consejeros y guerreros del primero, pues señaló, “no tengan miedo a perder la vida, la recompensa es la libertad de nuestro reinado, poder y victoria, con la fuerza descomunal de un elefante, con los sabios consejos de un alfil, fiel y noble consejero de nuestro rey y valeroso guerrero, que con espada templaria y valerosa, traspasa a nuestros enemigos de lado a lado y de punta a punta en el campo de batalla”.
Insistió en que “todos unidos, como una sola pieza y un corazón motor, defendamos a costa de nuestras vidas el castillo, cuidado y protegido celosamente cual ama de casa y aguerrida mujer, por nuestra reina y dama de honor, fuerza principal y sostén moral de nuestro rey”.
Cuestionó, “quién no da orgullosamente su vida por aquel personaje que con sus sabios actuares y su noble forma de reinar, hace que sus gobernados y sus comarcas gocen de total paz, libertad y soberanía (…) Rey, acabándose la cabeza principal, y cayendo el motor regente de nuestros súbditos, se acaba la paz, progreso y estabilidad de nuestro reinado”. “Sin ti mi rey, no somos nada…”, concluyó Servando Gómez, “La Tuta”, para luego irónicamente disculparse por el daño que, dijo, cometió por “equivocaciones”.
“En lo personal quiero participar en todos los eventos culturales, deportivos, de obras de teatro, declamaciones, en lo que sea, yo me adapto a las circunstancias, estoy dispuesto a dar lo mejor de mí, y si en alguna ocasión los jueces me dan la libertad, o dios me lo permite, pues muchas gracias, ¿verdad?“, remató el máximo representante de Los Caballeros Templarios.
Servando Gómez detenido en 2015, fue líder de Los Caballeros Templarios, junto con Nazario Moreno González, “El Chayo”, abatido en 2014; Enrique Plancarte Solís, “El Kike Plancarte”, también abatido en 2014, y Dionisio Loya Plancarte, “El Tío”, aprehendido en 2014.
El cartel criminal que mantenía la hegemonía delincuencial en Michoacán, se caracterizó por su ideología religiosa y similar a la de la orden delos caballeros medievales que protegían el cristianismo.
Por: Oscar Guerrero y Benjamín Álvarez