Morelia, Michoacán.- El presidente Municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, empieza a estar en campaña nuevamente, con miras de las próximas elecciones del 2024. Lo que me causa sorpresa es que sigue con el mismo discurso que utilizó en el proceso del 2021 referente a reducir la inseguridad en la capital michoacana, situación que dista mucho de sus promesas de la elección anterior.
De acuerdo con los últimos datos del INEGI, la percepción social sobre inseguridad pública en Morelia cayó de 73.7% en diciembre del 2021, a 77% en marzo de 2022, es decir, a finales de marzo, la ciudadanía cree que el presidente no ha podido con la inseguridad, y por el contrario, ésta ha aumentado.
Son varios los factores que a mi parecer han incidido en esta alza en la percepción de la ciudadanía:
1) Policía recaudadora. El gobierno municipal a utilizado a la Policía de Morelia como una instancia para conseguir recursos, tan es así que el pasado 18 de enero, el comisionado de Seguridad, Alejandro González Cussi, indicó que a partir del 1 de septiembre del 2021 que inició la administración y hasta el el 31 de enero de este 2022, se habían aplicado 24 mil multas por hechos de tránsito, es decir, se aplicaron 156.8 multas diarias promedio durante esos 152 días de gobierno.
Además, en diversos videos que circularon en redes sociales, se demostró que varios de sus elementos no tenían la menor idea de por qué levantaban la infracción, pero tenían que levantarla.
Para el 28 de marzo, la Policía de Morelia informó que al 22 de febrero, la dependencia municipal había recaudado 16 millones 908 mil 548 pesos y 16 centavos por violaciones de tránsito, de los cuales, 14 millones de estos procedían de multas solo del Centro Histórico.
Recordemos que en su pasada administración, Alfonso Martínez firmó un convenio con la empresa Autotraffic para instalar las famosas fotomultas, proyecto que tuvo que cancelar por el rechazo generalizado de los morelianos. Sin embargo, al saberse el presidente que volver a intentar colocar las fotomultas le sería imposible, cambió su estrategia de recaudación y optó por utilizar la policía que debía servir y no abusar de la ciudadanía, como lo ha demostrado en estos 8 meses de gobierno.
2) Homicidios a la alza. Con base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en Morelia se han registrado 125 asesinatos del 1 de enero al 31 de marzo del presente año, colocando a la capital michoacana como la ciudad más violenta del Estado, incluso, superando a Zamora, que llego a colocarse como una de las ciudades más inseguras del mundo. Además, marzo del 2022 ha sido el mes con el mayor número de asesinatos de los últimos 5 años.
Para el presidente, los asesinatos son herencia del pasado, de la anterior administración, y por ello, la violencia esta tan descontrolada. ¿Dónde hemos escuchado esa narrativa? Sin embargo, lo que no termina de entender es que su policía se ha acotado en multas e infracciones y alcoholímetros. A la fecha no se sabe que haga investigación, inteligencia y detenciones.
Su policía es fuerte contra los borrachos, aunque no tenga la obligación de cuidarlos; su policía es fuerte con los que violan el reglamento de tránsito; su policía es fuerte en contra de los periodistas; su policía es fuerte en contra de las mujeres, pero usted lector, ha sabido de algún elemento de la policía de Morelia que haya detenido a algún líder criminal.
3) La falta de estado de derecho. El tema de las manifestaciones sociales que se desarrollan en la capital, ha ocasionado un descontento generalizado contra el gobierno del Estado, pero también contra el municipio, debido a que los normalistas cierran avenidas, toman y queman vehículos, sin embargo, el gobierno municipal hace caso omiso a las violaciones de estos seudo estudiantes.
No obstante, el pasado 29 de abril, el presidente aseguró que no permitirá secuestro de unidades a manifestantes. Esperemos saber qué pasa luego de estas declaraciones tan arriesgadas.
4) Robos a casa habitación. Para muchos de los ciudadanos de a pie, nos enteramos de que la ciudad esta aterrada por los robos en casa habitación. Sorprenderá que muchos de estos delitos no se reflejan en las estadísticas del gobierno pero si se denuncian en los cafés, en las filas de los bancos, entre amigos y conocidos.
Este tipo de delito es una práctica mas común de lo que creemos, y a decir de la plática que sostuve con un ministerio público de la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE), del cual omito su nombre, me comentó que la mayoría de estos no se denuncian “por miedo a que le extorsionen las autoridades”, por considerarlo “una pérdida de tiempo”, por considerar que se trata de “tramites largos y difíciles”, por “desconfianza en la autoridad” y “por actitud hostil de la autoridad”. Por consiguiente, es importante tener en cuenta que las cifras negras que existen por este ilícito en Morelia, supera por mucho lo que se muestra.
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5) Declaraciones del embajador de Estados Unidos. Durante la pasada Asamblea Anual de Socios de la American Chamber of Commerce (AmCham) en el país, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, señaló que Morelia es el corazón del crimen organizado.
La declaración, por sí sola es muy desafortunada para la administración municipal, pero es más preocupante los datos que puede tener el embajador sobre la capital michoacana.
La prueba es más clara sobre sus señalamientos es que cada vez se acercan más los enfrentamientos, las masacres a la capital. Ayer tuvimos uno en Mil Cumbres, donde fueron asesinadas 5 personas en un palenque clandestino, a manos de un comando armado, pero para el secretario del Ayuntamiento, lo trascendental del tema y su preocupación es que no contaban con los permisos necesarios para llevarse a cabo las peleas de gallos.
Hoy el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, anda en campaña para recuperar la imagen de su Policía Municipal, ayudándose de botargas; rescatando niños desaparecidos; recuperando coches a los pocos minutos de haber sido despojados de sus dueños; invirtiendo grandes cantidades de dinero en medios digitales de las que se desconoce su procedencia, éstas son las grandes apuestas para recuperar esa imagen de los uniformados, que, a decir de él, su policía es la más honesta y capacidad de México, pese a que entre los mismos compañeros de esa institución se roben los equipos.
El tiempo está encima, le quedan dos años de gobierno antes de regresar abiertamente por alguno otro puesto político que lo catapulte para la gubernatura. La tirada está difícil y se ve difícil que pueda lograr disminuir los índices de inseguridad en Morelia, tendrá que dar prioridad a servir a la ciudadanía y dejar de lado el servirse del puesto, esto apenas empieza, y la inseguridad no será el único foco de atención de su gobierno, porque la corrupción ya empezó a asomar su cabeza, y si no, al tiempo.
Post data
Dicen por los pasillos del Congreso que el presidente de la Junta de Coordinación Política, Fidel Calderón anda haciendo todo lo posible para quedar bien con el primer moreno del Estado, luego de todos los descalabros que se han llevado los miembros de la Jucopo, tras ser denunciadas las corruptelas por su compañero de bancada Juan Carlos Barragán Vélez. ¿Cuál será el destino de Fidel Calderón tras el escándalo?