Foto: Javier Paredes

Cuánta razón tienen nuestras autoridades cuando aseguran que en Michoacán no pasa absolutamente nada. Basta con hacer un poco de memoria para darnos cuenta de la veracidad de esa afirmación.

En Michoacán se han dado en los últimos meses una serie de hechos lamentables, desde robos, asaltos, secuestros, extorsiones, desapariciones, asesinatos, tiroteos y no pasa nada, efectivamente no pasa nada porque los michoacanos no hemos visto resultados, no hemos percibido que disminuyan estos lamentables acontecimientos, no vemos una estrategia efectiva que detenga la ola de inseguridad.

No pasa nada cuando salen tanto el Secretario de Seguridad Pública y el Procurador de Justicia a tratar de vernos la cara de idiotas con mentiras e inventos para tratar de justificar su inacción, su complicidad y su inoperancia. No vemos para cuando el Ejecutivo se atreva a relevarlos de sus encargos.

En Michoacán no pasa nada si tienes un sistema de salud quebrado, sin medicamento, sin atención adecuada, con instalaciones y equipo de la patada, no pasa nada si tienes al frente de este sistema a un personaje que sigue cosechando una cuantiosa fortuna, que desvía recursos, que hace sus negocios, que asegura empleo permanente para los suyos, no pasa nada porque se ostenta como cercano del presidente.

En Michoacán lamentablemente tampoco pasa nada con los presidentes municipales que ganan más que el Presidente de la República, que no transparentas el ejercicio de los recursos públicos, que tienen trabajando a sus familiares en su administración, que las adquisiciones las realizan a modo, para los cuates o para ellos.

No es mentira, efectivamente en Michoacán no pasa nada porque tenemos a funcionarios que se encuentran más preocupados por realizar posicionamiento de marca rumbo al 2018 que por verdaderamente ponerse a trabajar. Hoy se encuentran en campaña, basta con ver la puntada de una consultoría que posiciona al gobernador como el mejor evaluado a nivel nacional, si bien es cierto que el gobernador se encuentra en completa libertad de tener aspiraciones políticas, argumento del perredismo, pero que no nos friegue y no las realice al amparo de los recursos públicos y valiéndose de un Estado que se encuentra de la chingada.

Es tan real que en Michoacán no pasa nada, que aún seguimos sin tener un solo culpable del desastre financiero del estado, no pasa nada para la clase política tradicional si se chingan el dinero público, gozan de impunidad y tan no pasa nada que hasta se dan el lujo de ocupar cargos de elección popular una y otra vez, o en su caso puestos en alguna administración.

En Michoacán cualquier alto funcionario e inclusive sus propios vástagos pueden tener relación de negocios y camaradería con el crimen organizado y no pasa nada, para muestra un botón.

A los michoacanos no está cargando la chingada y no pasa nada.

¡YA BASTA!! Yo si quiero que en Michoacán pase algo.

Facebook: Javier Paredes
Twitter: @Javiteam


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