México enfrenta grandes retos en la educación para sobredotados, con escuelas y docentes poco preparados.
Ciudad de México.-En México, apenas el 5% de las instituciones educativas públicas poseen las instalaciones adecuadas para la educación de niños sobredotados, según informó Araceli Zaragoza, experta en la materia.
Durante un evento en la Cámara de Diputados, Zaragoza destacó la carencia de espacios apropiados y la insuficiente formación de los maestros como principales barreras para el progreso de estos estudiantes.
“La Secretaría de Educación Pública menciona que en el ciclo 2021-2022 se identificaron 37,000 niños con aptitudes sobresalientes, pero hay muchos más. Sin embargo, solo el 5% de las escuelas tiene la infraestructura necesaria para atenderlos”, explicó la directora del CEDIS en la Ciudad de México.
La preparación de los docentes también es crítica. Zaragoza señaló que solo el 10% de los educadores en el país está versado en educación para sobredotados, y de ellos, apenas la mitad dispone de las herramientas necesarias para enseñar a estos alumnos.
“Estos niños necesitan condiciones distintas para potenciar su aprendizaje, pero la mayoría de las escuelas no está equipada para atenderlos”, advirtió.
La falta de políticas educativas claras y coherentes agrava esta situación, poniendo a México en una posición desfavorable respecto al aprovechamiento del potencial de estos niños.
“Aunque en México se utilizan términos como aptitudes sobresalientes o altas capacidades, no existe un modelo educativo unificado, lo que genera discrepancias en la identificación y atención de estos estudiantes”, explicó la especialista.
Además, la negligencia en la atención adecuada no solo perjudica el aprendizaje, sino que también afecta la salud emocional de los menores.
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“El 50% de estos niños sufre ansiedad o depresión porque no encuentran un entorno donde puedan desarrollarse plenamente”, indicó Zaragoza.
La falta de inclusión educativa puede llevar a una tasa de deserción escolar de hasta un 70%.
Expertos en educación recalcaron la importancia de implementar programas de detección temprana y formación docente, así como establecer políticas que aseguren espacios adecuados para estos estudiantes, siguiendo ejemplos de países como España y China, que ya han avanzado en estas iniciativas.