Marx Aguirre Ochoa
Foto: Marx Aguirre Ochoa Columna / Contramuro

Los tiempos electorales tienen la ventaja de estimular las reflexiones críticas sobre los pasados inmediatos y de trazar las grandes líneas respecto de los futuros deseables.  Son tiempos de “propuestas” por parte de quienes aspiran a los cargos de representación ciudadana, son tiempos de retroalimentación entre sociedad y la clase política.  El presenten son los tiempos donde se buscará sensibilizar y convencer, pero a ello habría que agregar la intencionalidad de educar políticamente a los ciudadanos.

Hay dos maneras entender el presente:  mirando los acontecimientos del pasado y mirando al futuro.  No significa que haya ruptura entre uno y otro, sino de comprender el papel que desempeñan los dos tiempos.  El pasado es enseñanza y  aprendizaje para construir la voluntad colectiva, evitando incurrir en  los errores pasados.  El futuro otorga sentido al pasado y al presente y, en consecuencia, el futuro es lo más importante para todos.

En el caso de Michoacán, como en todo el país, su futuro está ligado al resultado  final del trabajo y avance de las fuerzas sociales, buscando dar un rumbo a la sociedad con bienestar, justicia, garantía de derechos humanos, confianza y prosperidad económica y social.  

En esta lucha que no es de corto plazo,  se necesitaría incidir en la organización básica de la sociedad, mediante el impulso, entre otras de los siguientes lineamientos, ideas y propuestas que he venido insistiendo y trabajando desde hace mucho tiempo y que ahora es momento de recalcar :

  • Crecimiento económico hacia adentro, protegiendo y ampliando el mercado interno.
  • Impulso con la mayor amplitud a la constitución y operación de empresas sociales, eficientes y competitivas.
  • Promover e intensificar el valor del esfuerzo individual y del trabajo,  como motor de crecimiento personal.
  • Fortalecer el apoyo a la ciencia y la tecnología, que implica la revisión del sistema educativo, destacando el más elevado mérito al conocimiento científico y tecnológico, las humanidades y la educación artística y cultural.
  • Preservar la identidad cultural propia, reconociendo y respetando las diferencias con los otros.  Un pueblo culto en un mundo globalizado.
  • Combatir en todos los momentos y circunstancias  la simulación. La sociedad rechaza contundentemente e identifica la mentira y la impunidad. 
  • Organizar y educar políticamente a los ciudadanos, movilizando a la sociedad en el encuentro de su futuro deseable y posible.
  • Hacer de la función pública un ejemplo de servicio, eficiencia, calidad, honradez  y congruencia.
  • Ciudadanizar al poder público a través de la participación permanente de la sociedad, definiendo el cómo hacerla posible.
  • Otorgar vigencia y realidad al ejercicio de los derechos humanos para las grandes mayorías alejadas del conocimiento e información de los mismos.
  • Definir los mecanismos específicos que permitan la participación equitativa de las mujeres en la construcción social y política de la entidad.
  • Identificar y eliminar los factores principales que generan las grandes desigualdades entre los y las michoacanas.
  • Propiciar el desarrollo de una cultura incluyente capaz de respetar y comprender la diversidad sexual,  las diferencias étnicas, raciales, físicas, entre otro.
  • Que nadie quede en el desamparo, ninguna muerte por enfermedad curable, ningún estomago vacío, no más muertes en los desiertos y montañas estadounidenses, no más trabajo infantil, cese de la violencia contra la sociedad civil y las mujeres, y  muchas más entre las principales demandas que pudieran parecer sueños lejanos. 

Sería útil que las campañas electorales, más específicamente la competencia electoral entre partidos políticos y candidatos, pudiera traducirse en un estímulo para el análisis de los grandes problemas michoacanos, el encuentro de soluciones que representarán el ejercicio de buenos gobiernos, medidas por sus resultados en términos de desarrollo y bienestar para los michoacanos.

Propuestas y compromisos para generar desarrollo económico, empleos, seguridada, confianza, certidumbre para  abatir  la pobreza y desigualdad, acciones que deberán ser medibles y comprobables a partir de metas claramente establecidas.    Acabar con la desigualdad social,  es el mayor reto de la democracia en Michoacán.

En la definición de los contenidos del futuro de Michoacán, en los tiempos electorales que se avecinan, se vale propiciar la reflexión y el debate sobre el Michoacán al que aspiramos todos.

Licenciada en Administración de Empresas, egresada del Instituto Tecnológico de Morelia, Maestra en Administración de Negocios por el Instituto Tecnológico de Monterrey, tiene el Doctorado en Políticas Publicas por parte del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales, ININEE, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así como la estancia Doctoral en la Universidad de Cornell en Nueva York, Estados Unidos