Ciudad de México.- Tu maleta ha cobrado vida propia. Ahora podrá decirte si está muy lejos o si has empacado demasiado, y pronto podría ser capaz de pedirte un Uber. Incluso se está trabajando en una maleta en la que podrás montarte para atravesar el aeropuerto.
El equipaje ha sido una categoría de productos en los que la innovación ha sido lenta. La última gran novedad de la industria llegó hace casi 50 años, cuando a las maletas se les agregaron las ruedas y una agarradera plegable. Desde entonces, las mejoras han sido graduales, y se enfocan hacia el uso de materiales más ligeros, la distribución interior y que sean manejables.
Pero ahora se le están añadiendo una serie de funciones técnicas a las maletas, que han sido desarrolladas por empresas emergentes, y a veces se han pagado mediante la microfinanciación colectiva.
Tres tipos de características dominan esta primera ola del “equipaje inteligente”. Hay puertos y cargadores para recargar un celular u otros dispositivos electrónicos. Hay localizadores GPS que funcionan con un móvil para señalar la ubicación de tu equipaje o notificarte si ya no está cerca de ti. También hay una serie de funciones enfocadas en hacer que viajar sea más fácil, como etiquetas electrónicas para el equipaje que les permiten a los usuarios evitar las filas de registro en el aeropuerto, así como básculas integradas que ayudan a los viajeros a evitar los recargos por maletas registradas que excedan el peso límite.
Bluesmart Luggage, comenzó con una campaña en Indiegogo en 2014 y está tan enfocada en los aspectos “inteligentes” de sus ofertas que prefiere que la llamen una empresa tecnológica en lugar de una de equipaje, comentó Tomi Pierucci, su director ejecutivo.
Las maletas de Bluesmart incluyen una báscula digital y rastreo por GPS. La maleta puede cerrarse con llave mediante una aplicación de celular, y lo hace automáticamente si está demasiado lejos del celular del propietario. La empresa ya ha vendido 35.000 unidades.
Sin embargo, el objetivo de Bluesmart va más allá de sus funciones técnicas individuales, agregó Pierucci. Quiere crear un ecosistema que ayude a las personas a “evitar las molestias de viajar”, dijo, al utilizar la aplicación complementaria como un centro de información de viaje en línea.
“Queremos recordarte que cargues tu maleta la noche previa a tu viaje”, explicó. “Queremos ofrecerte un Uber cuando aterrice tu avión. Queremos enviarle una notificación a tu hotel en caso de que se retrase tu vuelo”.
Los viajeros de negocios usan sus maletas tres años en promedio antes de comprar una nueva, dijo Pierucci, pero las actualizaciones del firmware y el software de Bluesmart pueden ofrecer nuevas funciones y nuevas alianzas a los clientes conforme se van creando. Además, cualquier maleta conectada a una aplicación puede registrar el momento en que se utiliza cada función y reenviar esa información a la empresa para mejorar las próximas versiones del producto.
Stephanie Korey, cofundadora y directora ejecutiva de Away, una nueva empresa de equipaje, dijo que le gustaba decir que sus maletas son “detallistas” en vez de “inteligentes”. La empresa tiene un año y ya ha vendido 75.000 unidades de equipaje.
Korey dijo que ella y su socia, Jen Rubio, querían resolver los problemas de los clientes como cargar la batería de un celular, separar la ropa sucia de la limpia o diseñar ruedas que faciliten los recorridos en calles adoquinadas. “Tomamos en cuenta cómo empacamos y qué hacemos en el aeropuerto o cuando llegamos al hotel”, explicó.
Korey también evita el término “empresa de equipaje”. “Somos una empresa dedicada a lo relacionado con los viajes”, dijo. “En cuanto obtenemos la confianza de los clientes, y les gusta lo que hacemos, podemos empezar a crear otros productos para ellos”, como accesorios de viaje o compartimientos dentro del equipaje.
Entre las nuevas ideas del equipaje tecnológico, está la maleta Fugu Travel, que mediante una bomba de aire interna expande su tamaño desde equipaje de mano hasta convertirse en una maleta que debe registrarse ante la aerolínea. La empresa acaba de hacer sus primeros envíos a quienes la compraron por anticipado o donaron a la iniciativa a través de Kickstarter. También está Travelmate, una maleta autónoma que sigue a su propietario y se espera que esté disponible este año.
Parte de la nueva tecnología tiene que ver con empacar
DUFL, fundada hace dos años, ofrece un servicio a través de una aplicación que permite a los viajeros liberarse de la necesidad de empacar. Los clientes envían ropa, zapatos, artículos de limpieza u otros artículos al “armario remoto” del almacén de DUFL. La empresa fotografía cada artículo, lo limpia y lo almacena.
Cuando los clientes están listos para viajar, usan la aplicación para notificarle a DUFL la fecha, el destino de su viaje y después “empacan” tocando las fotografías de los artículos que quieren. DUFL envía la maleta con los artículos al hotel o al destino donde esté el viajero. Al final del viaje, el cliente puede enviar la maleta de regreso a DUFL.
Varias empresas dedicadas a la tecnología y los viajes han impulsado su financiamiento mostrándole sus ideas al público. Bluesmart recaudó 2,2 millones de dólares en Indiegogo, una sitio de microfinanciamiento colectivo. La empresa de equipaje G-RO recaudó 1,3 millones de dólares para su equipaje inteligente con grandes ruedas en Indiegogo y 3,3 millones de dólares en Kickstarter, otro sitio de microfinanciamiento colectivo. Modobag, una maleta motorizada en la que te puedes montar, ha recaudado más de medio millón de dólares en Indiegogo y se espera que esté disponible este año.
Los sitios web de microfinanciamiento colectivo son una gran fuente de inversión porque la audiencia “reconoce el valor de hacer que viajar sea más fácil”, dijo Slava Rubin, cofundadora y directora de negocios de Indiegogo.
Una de las incertidumbres para las empresas que crean nuevas tecnologías es que las normas en torno a las baterías y los dispositivos electrónicos dentro de los aviones están cambiando. Además, las marcas de equipaje más grandes y establecidas hasta ahora no se han apresurado a añadir nuevas tecnologías a sus productos. Tumi no planea agregar tecnología directamente a sus productos de viaje, aunque quiere presentar un dispositivo separado de rastreo global.
Blake Lipham, director ejecutivo de Travelpro, dijo que su empresa estaba observando las nuevas funciones y cuán duraderas son.
“El equipaje recibe un trato rudo”, dijo. “Queremos ver el rendimiento a lo largo de la duración de la maleta”. Las nuevas funciones técnicas también pueden involucrar ajustes en el costo, el espacio para empacar y el peso, así que la investigación sobre el consumidor es esencial, agregó.
Travelpro ha instalado puertos USB en algunos de sus productos para que los viajeros puedan recargar la batería de sus dispositivos mediante un cargador portátil que está guardado dentro de la maleta. Sin embargo, más allá de eso, “estamos esperando a ver la demanda”, dijo Lipham. Las tecnologías que sus clientes aprecian más, dijo, son las físicas, como las ruedas alineadas que evitan que las agarraderas se tambaleen.
Y, por supuesto, las nuevas características no son atractivas para todo tipo de viajeros. Greeley Koch, director ejecutivo de la Association of Corporate Travel Executives, dijo que los empresarios generalmente viajaban con equipaje de mano solamente, “por lo que la báscula y el rastreador GPS no son realmente útiles, y si la batería de un teléfono se está acabando durante una reunión, es más discreto conectarlo directamente a un cargador portátil”.
Sin embargo, Julio Terra, el director de tecnología y diseño de Kickstarter, dice que “es evidente que la gente desea mejores productos en este ámbito”, por lo que “en los próximos años habrá mucha innovación en ese sector”.