¿Quién del MORENA por la Gubernatura de Michoacán?
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Uno de los retos más importantes que deberá afrontar el precandidato del PRI a la Presidencia de la República, será su comunicación.

¿Cómo recuperar la confianza de los mexicanos utilizando la comunicación?, ¿cómo trasmitir de manera sencilla su mensaje, narrativa y discursos?, ¿cómo persuadir a los mexicanos para que elijan la marca PRI y la marca personal Meade? Los “cómo” hacerlo durante la precampaña y la campaña, deberán pasar por la comunicación política y el marketing político del candidato, y de ser posible, deberán pasar por una estrategia de mayor vanguardia: de neuromarketing político, para conectar más fácilmente con el cerebro de los ciudadanos electores.

Que la marca PRI es la que concentra mayor número de negativos como marca política, eso ya se sabe, sin embargo, para eso sirven las pre y las campañas, para que también el Partido Político haga pre y campaña para disminuir los negativos con una estrategia de comunicación política y (neuro)marketing político. Esta acción implicará que el Partido, desde el centro y desde los comités estatales y municipales, realicen una campaña paralela a la del precandidato y a la del candidato Meade, que sea exclusivamente para comunicar a la marca PRI, dejando fuera la figura del (pre)candidato y las figuras personales de los dirigentes estatales y municipales. Aquí lo importante es el Instituto, no las personas, porque así se le podrá ayudar más a José Antonio Meade.

Desde luego, el reto más grande será recuperar la confianza de los mexicanos que votaron por Enrique Peña Nieto en 2012 e ir por más votos. Los temas que más dolor le causan a los mexicanos ya se conocen: a) la corrupción; b) la inseguridad pública; c) la economía, en términos generales, y en estos 3 temas, José Antonio Meade deberá concentrar su esfuerzo para comunicar su mensaje y discursos de forma efectiva.

¿Cómo lograrlo? El mensaje es el propio candidato; así es, él como individuo, su imagen y su comunicación verbal, para-verbal y corporal. Por ello, Meade deberá no cometer errores o los menos posibles. Es decir, si está limpio de corrupción y es transparente como aseguran algunos círculos cercanos a él, entonces será muy importante que comunique de manera sencilla esos valores personales que le ayudarán a convencer a los mexicanos de que no es un político corrupto. Esto impactará directamente en el dolor más sentido de los mexicanos –la corrupción- que se asocia al PRI, y le dará una ventaja competitiva que con seguridad se le complicará comunicar con efectividad a los demás aspirantes a la Presidencia de México.

Y claro, será más fácil que el PRI gane puntos, si durante estos meses de pre y campaña caen presos algunos priístas que están siendo investigados por enriquecimiento inexplicable en todo el país. En neuromarketing político lo explicamos de la siguiente manera: el cerebro responde a lo tangible, a lo familiar, entonces, si el régimen emanado del PRI encarcela a priístas corruptos y Meade hace suya esa narrativa de combate a la corrupción, eso convencerá al cerebro de los ciudadanos de que el candidato priísta va en serio. Desde luego, ganaría puntos.

¿Y qué narrativa debería usar Meade? Me parece que lo más adecuado es lo que en neuromarketing político conocemos como “hablarle al cerebro reptil comunicando contrastes”. En esta estrategia de contrastes, José Antonio Meade debería representar la experiencia de 20 años en la administración pública en cargos de mucha relevancia Vs las ocurrencias del rival a vencer, López Obrador. José Antonio Meade encarnaría solidez académica Vs el pobre perfil académico de AMLO. Meade representaría un mensaje de unidad para progresar en paz en el país Vs el mensaje de odio, confrontación y desprecio institucional de parte de Andrés Manuel López Obrador.

Si José Antonio Meade logra comunicar de manera sencilla y natural esta narrativa dicotómica, ganará fuerza en la mente del ciudadano elector.

Por último, ¿cómo persuadir para que los mexicanos elijan la marca personal Meade y la marca PRI? Si el candidato Meade logra comunicar de manera sencilla los valores que tiene como persona, como profesionista y como profesional de la política, avanzará en el objetivo de convencer. Lo complicado será persuadir, pero eso se irá pulsando durante todos estos meses, para medir qué tanto se está moviendo la gente hacia los escenarios del propio candidato del PRI. Convencer no será tan complicado, pero persuadir será el gran reto.

¿Y persuadir para que se elija la marca PRI? Esta marca será lo más complicado de limpiar. La reputación de la marca está muy devaluada y Meade podría explorar diversos escenarios: a) competir tratando de que se le asocie lo menos posible con la marca PRI; b) competir apoyándose por completo en la marca PRI; c) competir sin correrse a los extremos.

Personalmente creo que debería intentar el escenario C, incidiendo desde luego para que el PRI en sus institutos nacional, estatales y municipales, trabajen más allá de la difusión periodística de la información y realicen una campaña institucional de negativos, lo que le ayudaría sobremanera.

Creo que el PRI lanzó una carta extraordinaria para competir con altísimas posibilidades de triunfo en 2018. Habrá que ver cómo desarrolla José Antonio Meade su comunicación; para mí, será sumamente importante. Para él, con seguridad también.

@christian_gtz

*El autor es licenciado en derecho, con estudios de maestría en Ciencia Política y maestría en Neuromarketing, y con estudios de doctorado en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas. Actualmente, cursa un diplomado en Marketing Político.