Los mexicanos están desencantados de los políticos y de la política; es un hecho que poco o nada se cree en lo que hacen los políticos de este país. Sin embargo, lo interesante es poder comprender de dónde surgen los políticos que tanto molestan a la población.
¿Por qué la sociedad rechaza lo que está emergiendo de entre la propia sociedad? Me refiero a que un diputado, un alcalde, un senador, un gobernador, etc., tiene su explicación en nacer, crecer y desarrollarse en los propios núcleos sociales suyos o míos; no vienen de otro país o de otro planeta.
Pongo un ejemplo, en sentido positivo: el actual Secretario del Ayuntamiento de Morelia, fue mi compañero en la primaria, en la secundaria y en la preparatoria. Jugamos juntos al futbol, nuestros padres son amigos desde hace décadas; en la universidad no coincidimos, pero continuamos con la amistad y el apoyo, etc. Sé que es un profesionista de bien, así de simple.
Afortunadamente, él no es un ejemplo de mal político, pero lo traigo a colación, porque lo que primero debemos comprender es que los mexicanos nos estamos quejando de lo que surge de nuestros propios círculos cercanos. Es muy posible que usted haya convivido desde la niñez con quien hoy es un político profesional o con quien hoy compite por un cargo de elección popular. La pregunta obligada es ¿por qué estamos aceptando o rechazando lo que nosotros mismos hemos ayudado a surgir y a encumbrarse?.
Lo anterior, me permite asegurar que las cosas sí pueden ser distintas; pueden ser mejores y eso está en nuestras manos. Desde luego que no todos los políticos son malos o buenos, por ello, usted debe analizar a sus vecinos, a sus amigos, a sus conocidos, a quienes hoy gobiernan y a quienes compiten por gobernar este país, su estado o su municipio.
La “congruencia” es un valor de los buenos seres humanos, ¿no lo cree?. Una persona, al igual que un político que no respeta reglas, no respeta ideas que hace públicas, no respeta sus propios dichos o sus propias ideas políticas, no puede ser una persona o un político confiable, porque le será muy fácil no respetar compromisos u ofrecimientos que haga a los ciudadanos.
¿Qué valora usted en un político? La honestidad, la preparación, la sensibilidad social, la transparencia y el honrar su palabra, para mí son valores que deberíamos exigir como mexicanos a los políticos.
Le pongo otro ejemplo: Hablemos de Morelia, ahora que se competirá por la presidencia municipal. La única candidata mujer, a la Alcaldía de Morelia, es Daniela de los Santos Torres. Va por el PRI, y hay algo que debo resaltar: no me parece que el Partido sea la mejor marca en este momento, pero sí me parece que en este momento, ella es la mejor “marca personal”. ¿Por qué? porque ha sido congruente, porque no ha brincado de un partido a otro, porque no ha soltado o negado al partido político que le ha dado la oportunidad de ser síndico municipal, diputada local y diputada federal, y porque no ha dejado de trabajar para los territorios electorales que ha conquistado desde hace años.
¿Y eso ya la hace ganadora? No lo creo, pero definitivamente le da un valor agregado: la congruencia.
A mí la congruencia como político de Daniela de los Santos me gusta, que al final de cuentas, es algo muy importante que seguramente a usted y a mí nos gustaría observar en todos los políticos mexicanos.
@christian_gtz
*El autor es licenciado en derecho, con estudios de maestría en Ciencia Política y maestría en Neuromarketing, con estudios de doctorado en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas y diplomado en Marketing Político.