Hace solo unos pocos días la revista Forbes reveló la lista de las personas más influyentes en el mundo durante el año 2016, resultando Vladimir Putin, presidente de Rusia, en el primer lugar de esa lista.
Sin embargo esto fue algo que algunos analistas estaban ya previniendo, pues el líder ruso lleva ya ganando el primer lugar en la lista de Forbes por cuatro años consecutivos. La misma revista señaló en un comentario muy acertado que Putin prácticamente consigue siempre lo que se propone como meta aun con todas las adversidades que se le pudieran presentar.
En los recientes meses Putin ha consolidado su presencia política en el medio oriente a través de su alianza con el gobierno Sirio, además de que ha estado aproximándose al gobierno israelí que tradicionalmente siempre se ha alineado con EUA, incluso Israel obsequió un drone al gobierno ruso lo cual tenso momentáneamente las relaciones con el gobierno estadounidense.
También Putin ha incrementado la influencia de Rusia en el lejano oriente, firmando alianzas comerciales y políticas con China e India, incluso el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha considerado la posibilidad de ver a Rusia como un socio potencial para el comercio y abastecimiento de armas que actualmente está procurando su gestión.
En Europa Putin también posee una gran influencia en el aspecto económico, pues Rusia proporciona gas y petróleo a muchas naciones de la Unión Europea, incluso el gobierno ruso osadamente desestabilizó Ucrania para poder anexionar el territorio de Crimea y financiar líderes rebeldes en el este del territorio ucraniano, y aunque muchas naciones del viejo continente respondieron aplicando sanciones económicas, el líder ruso no se inmuto y hasta la fecha continua ejecutando su polémica política exterior en Ucrania.
Pero sin lugar a dudas lo que más ha destacado en este momento es la influencia del líder ruso en América. Parecer ser que Rusia cada vez está incrementando más su presencia en nuestro continente. Desde Cuba y Venezuela, hasta Brasil y Argentina, Putin ha generado varios tratados políticos, comerciales y militares con distintos países de nuestra región, pero definitivamente el hecho que más ha impresionado a la comunidad internacional, es la influencia que Putin ha generado en el nuevo presidente electo de EUA, Donald Trump.
Desde el inicio de su campaña Trump señaló que Obama estaba llevando una política exterior errónea respecto a Rusia, pues consideraba que Putin podía ser un buen aliado para llevar asuntos sobre seguridad internacional de una forma muy efectiva, incluso señalo que EUA y Rusia debían actuar en equipo para acabar con la amenaza de Estado Islámico (ISIS) en medio oriente, y que además él consideraba que Putin era un gran líder para su país y que tenía muchas características que a Obama le hacían falta.
Naturalmente Putin agradeció y posteriormente alagó al magnate, señalando que en caso de que Trump llegará a la presidencia estaría dispuesto a reunirse con él para tatar de mejorar las relaciones entre las dos superpotencias.
Ahora que Trump ya es el presidente electo y que ya en tan solo un mes asumirá formalmente la presidencia, Putin tiene la intención de ser uno de los primeros líderes mundiales en reunirse con el magnate estadounidense para construir en conjunto una agenda política internacional.
Desde luego Putin también ha tenido grandes rivales en la arena geopolítica, siendo el principal de ellos, el actual presidente de EUA, Barack Obama. Obama y Putin tienen intereses muy diferentes en la política exterior, lo cual los ha llevado a tensar las relaciones entre sus dos países, incluso recientemente Obama ha dicho de forma pública que investigaciones de la CIA demostrarían que Putin intervino, mediante hackers, en las elecciones pasadas de EUA para favorecer a Donald Trump; desde luego Trump tachó estas acusaciones de ridículas señalando que la CIA estaba actuando de la misma forma que cuando dijo que en Iraq había armas de destrucción masiva, mientras que Putin respondió a Obama diciendo que si estaba tan seguro que Rusia había influido en los resultados de la elección que mostrara pruebas sólidas de ello, hasta la fecha tales pruebas aún no se han presentado.
Muchos consideran que estos comentarios de parte del gobierno de Obama son una estrategia para tratar de tensar lo más posible la relación con Rusia y que así Trump no pueda modificar tan fácilmente la política exterior estadounidense cuando ejerza el cargo. Otros consideran que es más bien una reacción de derrota de Obama ante la toma de Aleppo por parte del ejército Sirio, pues el gobierno estadounidense financió a los rebeldes que peleaban por el control de la ciudad y que ahora acaban de perder.
Sea como sea, Putin parece incrementar cada vez más su influencia en todo el mundo, y ahora que el nuevo presidente de EUA parece tenerlo como un aliado más que como un rival, muy probablemente su influencia crecerá aún más. Parece ser que el líder ruso planea regresarle a su país la gran influencia que tuvo durante la guerra fría.