Con la misma intensidad que el proceso electoral presidencial, las posiciones que estarán en juego viven su máximo clímax. Como sabemos, se acaba de nombrar a los perfiles que encabezarán la fórmula para el Senado en Morena. En ese sentido, se espera que los demás puestos de elección popular tengan nombre y apellido en estos próximos días. Inclusive, de mucho sirvió la reunión que sostuvo el gobernador constitucional de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, con la Secretaria General del CEN. Se sabe que, además de garantizar la unidad, ambos activos, en común acuerdo, plantearon la negociación y el consenso para equilibrar la balanza en puestos claves como las diputaciones locales y federales, así como los ayuntamientos.
Habrá, desde esa perspectiva, un reacomodo que podemos ir pensando o analizando de acuerdo al pulso de la sociedad. Eso significa que no habría muchas sorpresas en el tablero electoral. Para Morelia, se especula que puede llegar una mujer. Se habla de la misma Giulianna Bugarini, extitular de Bienestar en Michoacán o el mismo Carlos Torres Piña. En efecto, hay muchos perfiles que, de hecho, están metiendo mucha presión y, de paso, se han ido anticipando a la toma de decisiones. Sabemos que, en ese sentido, la decisión no está tomada, pues la percepción ha dado un giro total, A Bugarini, por ejemplo, se le ha notado muy activa en colonias y espacios públicos de la capital.
Hoy, a días de que el resultado salga a la luz pública, hay una lectura que nos hace suponer esa hipótesis. Si no es así, Bugarini, con el respaldo del gobernador, puede llegar a un espacio legislativo por la vía plurinominal o distrito local. De hecho, al mandatario estatal le conviene tener muchos aliados en el congreso local. Por ese motivo, tiene mucho sentido lo que hemos ido analizando, pues Bedolla, al fin y al cabo, estará al mando del proceso electoral. De alguna manera, Alfredo Ramírez es el activo político más importante del territorio. Su liderazgo, entre muchos aspectos más, ha traído cohesión, sin olvidar que él, en estos momentos de intercampañas, jugará un papel clave en la organización y planeación.
Morena ganará, como sabemos, la elección presidencial en Michoacán. De igual forma, se llevará las posiciones legislativas y, de paso, será mayoría en el Congreso Local. Con ese efecto, se estima que también gane los ayuntamientos más importantes. Desde luego, hablamos de puntos estratégicos como Pátzcuaro. De hecho, se ha confirmado que, en aquella región, el partido verde lleva mano para proponer un perfil. Después de su adhesión a las filas del PVEM, todo apunta a que, de un momento a otro, sea designado Julio Arreola, como el abanderado de la coalición “Seguimos Haciendo Historia”.
En esa posición, de igual forma, destacan otros actores políticos que, en los últimos años, han jugado un papel protagónico. Uno de ellos, claro está, el exdiputado y presidente municipal, Antonio Cruz Lucatero, que, en esta contienda interna, no ha pasado desapercibido. Él jugará, dicen los que saben, la diputación por el distrito local de Apatzingán con Morena. De hecho, se especula que, de un momento a otro, se formalice ante los órganos de dirección la decisión. Si esto se confirma, Toño, como lo conocen, muy pronto puede apuntalar los trabajos en aquella región que, como se sabe, es de las más importantes en padrón electoral, empezando por ser una de las regiones más participativas en este tipo de ejercicios.
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Otro de los perfiles que se prepara, como se sabe en los círculos del CEE de Morena, es la postulación de Mario Pérez, por Maravatío. Hay, de hecho, una premisa que refuerza esas posibilidades. Recordemos que, en el pasado proceso, él compitió por el ayuntamiento que citamos en este fragmento. Inclusive, estuvo muy cerca de ganarlo porque es, ni más ni menos, quien mayor poder de convocatoria jala entre la simpatía de aquella región. Por esa razón, Morena tendrá en él, por segunda vez consecutiva, un liderazgo consagrado que, a lo largo de estos años, ha consolidado su liderazgo y, por supuesto, el capital político a su favor. Además de ello, con la concepción que ha marcado el presidente Obrador desde Palacio Nacional, es el prototipo perfecto del relevo generacional. O sea, será la apuesta de la militancia y la simpatía para ir en busca de la administración municipal de Maravatío.