Hace solo un par de días, el presidente de EUA, Donald Trump, dictaminó la imposición de una serie de aranceles para distintos países y bloques económicos en lo que respecta a las importaciones de acero y aluminio, entre estos se encuentra México, por lo que ahora nuestro país teóricamente tendrá que pagar un 25% más del valor del acero o aluminio que desee exportar a EUA.
Ante esto, el gobierno mexicano reaccionó colocando un arancel por el mismo porcentaje a cierta cantidad de productos provenientes de EUA, por lo tanto el costo de esos productos en México se incrementará considerablemente.
Todo ello desde luego, dificulta mucho mantener las ya de por sí frágiles negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que también Canadá se encuentra involucrado. Todo indica que Trump está a punto de iniciar una guerra comercial con muchos de los que hasta ahora son sus socios, incluyendo a México.
Estas circunstancias ya encendieron la alarma comercial en México, en los próximos días se tendrá un panorama más claro acerca de si Donald Trump mantendrá esta postura económica o dará marcha atrás. En el segundo escenario, el cual sería el más estable en el corto plazo, la comunidad internacional más o menos sabría cómo prepararse para una negociación con Trump, ya que puede ser que realmente el magnate únicamente quiera asustar y al final no se atreva a ejecutar una acción completamente proteccionista en su política económica actual.
Sin embargo en caso de que se dé el primer escenario, la situación internacional comercial, especialmente la de México, se volvería completamente impredecible, sobre todo por el hecho de que Trump no tendría límites claros en su afán de proteccionismo económico y fomento a la industria nacional estadounidense.
No obstante, por el momento, todo parece indicar que el TLCAN será cancelado y que además la relación comercial con EUA será mucho más complicada que antes de que se firmara el mencionado tratado. Sin embargo, el estado mexicano ha actuado de manera muy lenta y torpe frente a estas premoniciones, para empezar, el gobierno federal trató de no tomar en serio las amenazas de Trump, respecto a limitar el comercio con México, las cuales incluyeron una posible eliminación del TLCAN, esta subestimación está a punto de cobrarle factura al gobierno mexicano en el aspecto económico.
Ciertamente, el gobierno de Peña no es el único responsable de llevar al país a esta situación, diversas administraciones han contribuido comenzando por Miguel de la Madrid (1982-1988), pasando por Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, y Felipe Calderón, fueron concentrando el comercio exterior de manera casi exclusiva con EUA.
Así las cosas, en la práctica, México solo tuvo durante las últimas décadas como socio en el comercio internacional a Estados Unidos, concentrando en este último casi todas sus importaciones y exportaciones. Lo cual, desde un primer momento no fue una buena idea, y ahora finalmente se muestran las consecuencias.
Tener en la práctica a un solo socio comercial hace a un país absolutamente propenso a que su economía se vulnere en cualquier momento, puesto que su fuente internacional de divisas depende completamente de la situación del país socio, y si por cualquier cosa el país socio cerrara su comercio, como es lo que está pasando ahora con Donald Trump, la economía del país sufriría una severa pérdida. Además de lo anterior, el país que solo tenga un solo socio comercial corre el riesgo de verse presionado políticamente por dicho socio a fin de que el comercio se mantenga fluyendo.
Hace mucho tiempo que México debió diversificar su comercio exterior y si eso no le hubiese alcanzado, en todo caso debió también hacer crecer a su industria nacional y su mercado interno. Ahora, el gobierno federal de manera un tanto tibia está tratando de generar nuevos convenios con otros países para aminorar posibles golpes económicos, y aunque eso es necesario, sin embargo ya es muy tarde para evitar no salir perjudicados por las acciones de Trump. Es casi seguro que en las próximas semanas distintos productos comenzarán a elevar su precio dados los aranceles que el gobierno mexicano está imponiendo, lo cual desde luego se sentirá en el bolsillo del consumidor promedio.
En resumen, el gobierno mexicano debió de hacer lo que hoy desesperadamente está intentando, cuando sucedió la crisis de 2008, puesto que entonces se exhibió en una de las peores formas posibles, la terrible dependencia económica que México ha venido teniendo con EUA en las últimas décadas. Por lo tanto desde esa fecha el gobierno, que en ese momento estaba bajo el mando de Felipe Calderón, debió tomar medidas precautorias como la diversificación de socios comerciales y el fortalecimiento del mercado interno, sin embargo decidió no hacer nada y esperar mejor a que la economía estadounidense se recuperara levemente.
Las acciones de Trump deben motivar a que el estado mexicano reaccione y entienda que es nocivo seguir con la política de un solo socio comercial y buscar alternativas para generar divisas en el comercio exterior, y a su vez buscar la generación de riqueza en su propio territorio nacional, de lo contrario se pagará cada vez más caro la dependencia económica que de nuestro país.