El repunte que se está viviendo en todos los Estados de nuestro País como consecuencia de las fiesta decembrinas, la irresponsabilidad social, la falta de empatía con el otro, la carente capacidad de tolerancia a la frustración para poder mantener las medidas de sana distancia, los vacacionistas que incluso llegaron a destinos de playa ya con la portación del virus Sars Cov 2, la aún vigente incredulidad por parte de algunos ciudadanos acerca de lo complejo del virus, está teniendo graves resultados.
Miles de familias en el territorio nacional están despidiendo a sus seres queridos, los servicios funerarios no se dan abasto, los distintos sistemas de salud están a punto del colapso, los equipos médicos necesarios para cuidar a un enfermo en recuperación en el mercado están escasos o muy elevados en su costo.
El dolor profundo de familiares y amigos en sus respectivas perdidas es algo incuantificable, pues nada vale más que la vida misma.
Sin embargo conseguir tan solo un tanque de oxígeno o una recarga de los mismos es una tarea titánica en lo económico, en lo emocional y en lo físico.
Los costos se han elevado más de lo habitual, algunas evidencias muestran que la compra de un tanque con una recarga de oxígeno anteriormente costaba $26,000.00 pesos aproximadamente y ahora su costo en las tiendas de venta de equipo medico ronda los $36,000.00 pesos; Un concentrador de oxigeno de 5 litros necesario para los pacientes en reposo por el volumen de oxigeno por minuto que emite, su costo anteriormente era de $10,000.00 y ahora ronda en $20,000.00 o $30,000.00, ello mencionando que los concentradores de 10 litros fluctúan entre los $70,000.00.
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Una recarga de tanque de oxígeno que anteriormente costaba aproximadamente $2,500.00 pesos, ahora el precio oscila entre los $4,000.00 pesos y para poder acceder a ellos es necesario exponer la vida en un probable riesgo de contagio, en largas filas que comienzan a hacerse desde tempranas horas de cada día, en donde resulta casi evidente que quienes van a recargar el tanque de oxígeno pudieron o pueden tener contacto directo con un paciente covid.
Todo esto sin mencionar que según algunos datos en los hospitales privados para poder atender a un paciente covid solicitan mínimamente $400,000.00 pesos para poder recibirlo.
Es sumamente lamentable que el costo de la vida sea tan elevado, en donde la estrategia por la obtención de ganancia económica de todos aquellos que venden los insumos necesarios, va más allá de la comprensión del bien común.
Es sumamente lamentable la pérdida de vidas día a día por no contar con las cantidades de dinero necesarias para poder mantener un día más de vida a algún familiar portador del virus Sars Cov 2.
Es sumamente lamentable que el costo de la vida esté en manos de sujetos mercaderes siniestros, que siguen la escuela de la ganancia económica a costa de todo.
Así como es sumamente lamentable que por la irresponsabilidad social, la falta de empatía, el “vale madrismo”, la incredulidad, se estén perdiendo miles de vidas en todo el mundo sin valorar la vida en sí y cobrando mayor importancia el costo de la vida en lo económico.
Sea pues una pequeña reflexión para aquellos que no dejaron en este mundo, en donde tenemos muchas cosas que hacer por el bien común y un reconcomiendo a todos los médicos, enfermeras, camilleros, intendentes y familiares que siguen tratando de salvar vidas.