Ejército sabía que El Toro opera para Los Viagras y ordenó matar a una persona, y no lo impidieron, de acuerdo con información hackeada a la Sedena
Morelia, Michoacán.- Germán Ramírez Sánchez, “El Toro”, comandante de la Guardia Comunal de Santa María Ostula, en Aquila, sería un presunto operador de Los Viagras, que además ordenó matar a una persona identificada como Jorge, información que conoció de antemano el Ejército Mexicano y que no impidió el asesinato, de acuerdo con el reporte de inteligencias 2204-3418, expuesto entre los documentos hackeados por Guacamaya, a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los documentos hackeados por Guacamaya a la Sedena y filtrados al periodista Carlos Loret de Mola, relatan que, en el informe mencionado, el Ejército supo con anticipación que se asesinaría a Jorge y no actuó para impedir el homicidio.
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“El Ejército también sabe a quién van a matar. Este es el reporte de inteligencia número 2204-3418, establece que el 23 de abril de este año el Ejército supo que ‘El Toro’, un presunto operador de Los Viagras ordenó el asesinato de una persona de nombre Jorge en el municipio de Buenavista. El Ejército sabía dónde vivía Jorge, sabía que Jorge tenía un rancho y sabía que a Jorge lo iban a matar. Al día siguiente, Jorge fue asesinado. Teniendo todos los elementos para evitarlo, el Ejército no hizo nada. Los partes de inteligencia militares, refieren que la muerte fue confirmada por integrantes de la célula criminal. El 30 Batallón de Infantería, incluso localizó el cuerpo de Jorge”, refiere Loret de Mola.
Y agrega: “No es solo que no combaten a los criminales, es que los dejan hacer lo que quieras, es que, si saben que van a matar a alguien, no se crucen en su camino, bajen los brazos, y qué es lo que hacen los criminales, pues lo que saben hacer: matar. Si el Ejército no se mete para evitar una muerte”.
No es la primera vez que se acusa a “El Toro” de operar para Los Viagra, organización criminal adherida a Cárteles Unidos, pues incluso el excomandante del grupo de Autodefensas de Aquila, Cemeí Verdía Zepeda, ya había denunciado que éste y el comandante de Coahuayana, Héctor Zepeda, operaban para dicha agrupación criminal.