foto: Francisco Ramírez

Después de algún tiempo de ausencia de Morelia, Edgar Oceransky regresó a la capital michoacana para presentarse ante un lleno en el Salón Premier del Hotel Best Western, espacio en el que cantó todos los temas que sin la ayuda de tanta publicidad o mercadotecnia de una gran discográfica o televisora, lo han colocado en el gusto del público.

Fue hasta pasadas la 1:00 de la mañana que el cantautor estuvo entregado, complaciente y agradecido con los michoacanos que acudieron a su espectáculo musical en el que se escucharon temas como “Beso grande”, “Juro”, “Una mirada”, “A veces quiero contarte”, “En otra vida” y muchos más que hicieron suspiras a las mujeres, aplaudir a los varones y regalar una velada llena de romanticismo.

El ambiente de amor fue tan grande que en un momento del show, Oceransky invitó a pasar al escenario a uno de los asistentes que frente a todos, le pidió matrimonio a su acompañante, lo cual dio un ‘toque’ sin igual al show en el que Edgar se mostró entregado en su totalidad.

Casi tres horas, o un poco más de tiempo, fue lo que duró el concierto, y es que el tiempo pareció detenerse dentro del Salón Premier, pues tanto el artista como mujeres y hombres estaban pasando un momento irrepetible, mágico, un concierto entre amigos donde las confesiones, los recuerdos y el sentimiento del reencuentro pareció que solo duró unos minutos.

Al término de las canciones algunos de los ahí reunidos adquirieron algunos de los discos de Oceransky para acercarse a él y pedirle se los autografiaran e incluso, tomarse la foto del recuerdo con el intérprete de la canción de autor que –como dijo en entrevista previa a Contramuro- solo plasma en cada una de las letras las vivencias que todas personas pasan y con las que se logra hacer conexión.


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