Ecuador se prepara para recibir apoyo militar y tecnológico de Estados Unidos en su combate contra el crimen organizado.
Ecuador.-El mandatario de Ecuador, Daniel Noboa, anunció recientemente que el país anticipa la llegada de apoyo en forma de armamento, tecnología y capacitación por parte de los Estados Unidos, con el objetivo de contrarrestar las amenazas del crimen organizado que han desencadenado una ola de violencia.
Una delegación de alto nivel de Estados Unidos, liderada por Christopher Dodd, asesor presidencial Especial para las Américas, la general del Ejército Laura Richardson y Christopher Landberg, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, se espera en el país latinoamericano en breve. “Estados Unidos como el mundo han visto lo que está pasando en Ecuador y saben lo importante que es tener protegido a Ecuador”, expresó Noboa durante una entrevista con Teleamazonas, subrayando la posición crítica de Ecuador en la lucha contra el narcoterrorismo.
Además, Noboa enfatizó la necesidad de un “refinanciamiento de deuda externa” para que el país no quede financieramente asfixiado mientras enfrenta esta batalla.
El incremento de la violencia en Ecuador, marcado por homicidios, extorsiones y motines carcelarios, ha alcanzado nuevos niveles de gravedad, como lo demuestra la reciente toma armada de un canal de televisión y la fuga de líderes criminales de una prisión en Guayaquil.
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En respuesta a estos eventos, Noboa ha declarado un estado de conflicto bélico interno, y ha destacado una disminución significativa en los índices de criminalidad y muertes violentas gracias a la intervención de fuerzas combinadas de militares y policías.
El gobierno de Ecuador está a la espera de la aprobación de una ley de extinción de dominio y de un nuevo acuerdo con Estados Unidos que permita una lucha más efectiva contra el narcoterrorismo. Noboa también ha propuesto la repatriación de prisioneros extranjeros y la construcción de nuevas cárceles para aliviar la sobrepoblación carcelaria.
Para manejar la crisis, se han anunciado recortes presupuestarios y una “semaforización” del toque de queda para apoyar la reactivación económica, protegiendo al mismo tiempo la vida cotidiana de los ciudadanos de las amenazas del crimen organizado.