ECHEVERRÍA… ¿SU LEGADO
Foto. Cortesía

POR: ENRIQUE RIVERA HERNÁNDEZ

Coloquialmente, cuando una persona es mayor de edad, que ya ha trascurrido gran tiempo de su vida, se piensa que ha dejado un legado, bien pudiera ser material o inmaterial; algo beneficioso o perjudicial, algo que se trasmitirá y será parte de los hijos, los nietos, los familiares e incluso de la sociedad. Es decir, el legado pueden ser bienes o adeudos, ejemplificaciones de dignidad, honestidad, humildad y empatía o todo lo contrario.

Dicho legado, no necesariamente tiene que ser evidente hasta que la persona que lo aporta muera, ya que el legado, puede ser dibujado en la vida diaria de quienes lo reciben, incluso puede ser dibujado desde una manera muy sutil, casi imperceptible o completamente directa…

Luis Echeverría Álvarez, es el expresidente de México más longevo vivo de la historia nacional.

Nació, el día 17 de Enero de 1922 en la Ciudad de México, es de formación licenciado en derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la UNAM y también es político deformación.

Ingreso al Partido Revolucionario Institucional (PRI) a sus 22 años edad, en el año de 1946, su primer función dentro del partido fue ser el secretario particular del entonces presidente del partido Rodolfo Sánchez Taboada.

Posteriormente, en 1954 fungió como oficial mayor en la Secretaria de Educación Pública, en el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines; de 1956 a 1958 ejerció como oficial mayor del Comité Ejecutivo Nacional del PRI; acto seguido en 1958 fue nombrado Subsecretario de Gobernación en el periodo presidencial de Adolfo López Mateos, posteriormente en 1963 es designado encargado de despacho de la Secretaria de Gobernación, mientras Gustavo Díaz Ordaz realizaba campaña como candidato presidencial, ya en 1964, en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz es nombrado Secretario de Gobernación.

Del 1 de Diciembre de 1970 al 30 de noviembre de 1976 fue Presidente de México.

Sin embargo, cabe aclarar que Luis Echevarría Álvarez, nunca ocupo un cargo de elección popular, es decir a él NUNCA LO ELIGIÓ EL PUEBLO para que desempeñara ningún cargo en ninguna institución pública.

Quizá por ello, fue evidente la falta de empatía mostrada constantemente por Echeverría a todo movimiento social, a todo reclamo social de justicia.

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Previo a ser presidente de la república, Luis Echeverría como Secretario de Gobernación fue vinculado directamente por lo ocurrido el 2 de Octubre de 1968; la matanza de la plaza de las 3 culturas en Tlatelolco.

Ya siendo Presidente fue responsable también del llamado Jueves de Corpus o el halconazo, es decir,  la matanza de estudiantes y protestantes el día 10 de Junio de 1971.

Se ha evidenciado la responsabilidad directa de Luis Echeverría en los genocidios antes citados.

Así mismo, es necesario hacer notar que durante su sexenio, la Guerra Sucia fue una práctica que implemento el gobierno mexicano contra parte de la población; la persecución, la represión a los movimientos sociales, así como la tortura, el asesinato y la desaparición de luchadores sociales fue una constante.

Tal fue el caso, que fue Luis Echevarría Álvarez fue juzgado por delitos de violación de derechos humanos y genocidio, delitos de lesa humanidad; sin embargo al poco tiempo de ser juzgado se le retiraron los cargos “por falta de pruebas”.

Sin embargo, paradójicamente con lo expuesto anteriormente, mientras Donald Trump fue presidente de Estados Unidos, permitió la desclasificación de 2 mil 891 documentos de seguridad, en donde según las evidencias, se confirmó que el expresidente Echevarría implemento la Guerra Sucia por medio de la violencia en distintas modalidades para “mantener” el Status Quo en su sexenio.

También, se confirmó que Luis Echeverría Álvarez había sido informante directo de la CIA. De tal manera, que el “legado” de Echeverría a la historia del pueblo mexicano puede ser, la traición a la patria, la muerte, el terror, la represión, las desapariciones y las cicatrices emocionales de miles de familias.