Estados Unidos.-Los Philadelphia Eagles sin su mariscal de campo titular Carson Wentz por lesión, lograron volar en todo lo alto para vencer y destrozar 38-7 a los Minessota Vikings en la final de la Conferencia Nacional (NFC) de la NFL.
Eagles regresa al Super Bowl por primera vez en 13 años.
El Lincoln Financial Field de Philadelphia, Pennsylvania fue la locura de sus aficionados que festejaron a lo grande el pase al Super Bowl LII que tendrá aires de revancha, pues Philadelphia buscará cobrar venganza ante los New England Patriots, que el 6 de febrero de 2005 los doblegaron en el Super Bowl XXXIX.
Los Eagles llegan al “Súper Domingo” gracias a su mariscal reserva, Nick Foles, quien hizo olvidar a lesionado Wentz, tras completar 26 de 33 envíos para 352 yardas, tres touchdowns y ninguna intercepción frente a unos Vikings que se desinflaron dramáticamente conforme transcurrió el partido.
Los de Philadelphia jugará su tercer Super Bowl en su historia tras perder en sus primeras dos oportunidades, en la edición XV contra Raiders y en la ya mencionada versión XXXIX ante Patriots.
Los Vikings que buscan ser los primeros en jugar un Super Bowl en su casa, iniciaron prometedores con una grandiosa primera serie ofensiva del partido. En nueve jugadas recorrieron 75 yardas en 4:46 minutos; Case Keenum lanzó un pase al ala cerrada Kyle Rudolph para el touchdown de 25 yardas y el 7-0.
Big stop on third down as @DHunt94_TX gets the sack.#BringItHome pic.twitter.com/ns3eoXGh6p
— Minnesota Vikings (@Vikings) 22 de enero de 2018
Pero después de ahí el equipo se derrumbó. Philadelphia anotó 38 puntos sin respuesta y ganó su sexto Juego por el Campeonato de la NFC y primero desde la campaña 2004.
Keenum terminó con 28 de 48 pases para 271 yardas, con un touchdown, dos intercepciones y rating de 63.8. Para así despedirse de la temporada.