Doramitzi González, la michoacana sin límites

Doramitzi González Hernández es una michoacana que no conoce los límites. Es toda una guerrera que con su brillante trayectoria deportiva se ha consagrado como la máxima ganadora de medallas paralímpicas en la historia del deporte mexicano.

La moreliana de 33 años es especialista en natación con medallas en los Juegos Paralímpicos de Sydney 2000, Atenas 2001 y Beijín 2008. En total ha ganado once medallas, de las cuales cinco son de oro, tres de plata y tres de bronce.

La sirena michoacana es una mujer libre de complejos, vive sin límites, pese a contar desde recién nacida con una malformación de su brazo y pierna derecha que convirtió en su mejor defensa para triunfar en la vida y convertirse así en la mejor nadadora paralímpica de la historia de México.

Doramitzi nació el 4 de enero de 1983 en Morelia, Michoacán y gracias a un curso de verano inició en la natación a la edad de los 5 años. A los 13 años fue invitada a participar en los Juegos Nacionales para Personas con Discapacidad en los que ya empezó a destacar.

Pero fue hasta los Juegos Paralímpicos de Sydney 2000 que representó a México en la máxima justa mundial en su tipo. En su debut paralímpico, la michoacana del anonimato deportivo, saltó a convertirse en una figura y emblema para las personas con discapacidad tras conquistar dos medallas de oro, en 50 metros estilo libre y 100 metros dorso, plata en 100 metro estilo libre y bronce en 50 metros mariposa, además de imponer un récord mundial.

Luego en Atenas 2004, refrendó sus dos preseas doradas y añadió la de 400 metros estilo libre, además de medalla de plata en 50 metros mariposa y bronce en los 100 metros dorso.

Ese mismo año por sus destacados logros fue condecorada como la ganadora del Premio Nacional de Deportes en una distinción que solamente han obtenido las grandes glorias del deporte mexicano.

En el campeonato del mundo de 2006 se proclamó monarca en los 100 metros estilo libre. También ganó dos platas en los 50 y 400 metros y relevos 4×50, además de un tercer lugar en relevos combinados 4×50 metros.

Para sus terceros Juegos Paralímpicos en Beijing 2008, la moreliana consiguió la presea plata en 50 metros estilo libre y bronce en 100 metros libres.

Sin embargo una lesión del hombro izquierdo desde el 2009 le mermó en su rendimiento deportivo y tras una serie de operaciones y rehabilitaciones la mantuvieron alejada de la piscina y de las competencias durante más de un año.

Además de la discriminación y las enormes dificultades, Doramitzi las ha logrado superar gracias a la ayuda incondicional de su madre: “Los obstáculos son para derribarlos y conseguir las metas. Nunca he dejado de soñar por lo que he querido y lo he logrado”, aseguró la michoacana previó a su participación en los Juegos Paralímpicos de Río 2016.

Doramitzi participa en Río en su cuarta justa veraniega en busca de aumentar su brillante cosecha de medallas.

Sin embargo en Río apenas un par de días vio frustrado su intento por volver al pódium de triunfadores, tras ser descalificado por el equipo mexicano de 4×50 metros en el que participaría.

La michoacana publicó un video donde denuncia a dirigentes que no registraron al equipo de 4×50 a tiempo y fueron descalificados de la competencia en gravísimo error administrativo por no haberlas inscrito en tiempo y forma.

“Perdimos una medalla por llevar a gente que no sabe. Ellos no me van a dar todo lo que me tocaba, entrenas tanto y te rompen tus sueños por una estupidez”, señaló entre lágrimas Doramitzi González.

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