La nueva legislación busca la prohibición en el uso ilícito de fentanilo y la venta de vapeadores.
La Cámara de Diputados ha dado luz verde a la prohibición constitucional tanto de los vapeadores y cigarrillos electrónicos como del uso ilegal de fentanilo y otras drogas sintéticas.
Con una votación de 327 a favor y 118 en contra, los legisladores aprobaron las enmiendas a los artículos 4 y 5 de la Constitución, que limitan la producción y comercialización de vapeadores y cigarrillos electrónicos.
Además, se prohíbe la producción y distribución de sustancias tóxicas, precursores químicos y drogas sintéticas no autorizadas, incluyendo el fentanilo ilegal, un opioide que ha generado presión diplomática de Estados Unidos.
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Roberto Ramos Alor, diputado de Morena, subrayó la importancia de esta reforma, propuesta inicialmente en febrero por el entonces presidente AMLO, en respuesta al aumento de problemas de salud asociados con estos dispositivos y sustancias.
“Estudios clínicos han demostrado daños pulmonares asociados al uso de estos dispositivos”, explicó, citando enfermedades como la bronquiolitis y el cáncer.
Danisa Magdalena Flores, también de Morena, señaló que la prohibición del fentanilo “mejora la relación con socios comerciales como EE.UU., que han solicitado acciones urgentes para combatir esta crisis global”.
Destacó que “en Estados Unidos esa droga ha sido responsable de más de 80.000 muertes anuales por sobredosis y aunque en México su consumo no es masivo, su producción y distribución clandestina han crecido alarmantemente”.
En 2023, se incautaron más de 5.700 kilogramos de fentanilo y se desmantelaron 1.773 laboratorios clandestinos.
Éctor Jaime Ramírez, del PAN, criticó que la misma reforma constitucional aborde tanto el fentanilo como los vapeadores, argumentando que “colocarlos a la par es desvirtuar el esfuerzo que se hace por combatir a las drogas más adictivas y peligrosas de las que se tienen noticias frente al uso del fentanilo”.
Por otro lado, Irais Virginia Reyes, de Movimiento Ciudadano, cuestionó las políticas prohibicionistas, sugiriendo que “Voy a vapear antes de que Morena y el oficialismo prohíba el ejercicio de nuestras libertades porque su política en materia de salud no les da para más” y propuso más bien regular la calidad y acceso de estos productos.