El Embajador de Colombia en México, sostuvo que que el diálogo es la única opción, pues los cárteles de la droga mantienen en riesgo la existencia de la humanidad.
Morelia, Michoacán.-Para llevar a cabo una construcción de Paz es necesario sentarse a dialogar con el crimen organizado, esa es la apuesta de Colombia, el país centroamericano que durante más de 30 años se vio inmerso en una lucha sangrienta como la que México enfrenta desde hace ya dos décadas.
Así lo consideró el embajador de Colombia en México, Álvaro Moisés Ninco Daza al visitar Morelia y detallar que la estrategia contra las drogas, que de manera conjunta llevaron a cabo los dos países durante las administraciones del mexicano Felipe Calderón y el expresidente colombiano Álvaro Uribe, fue un fracaso, al enfocarse en criminalizar y estigmatizar a los consumidores y a los campesinos, ambos víctimas más que criminales.
“Lo que nosotros hemos asumido como tarea es precisamente lograr un cambio que permita que no sea criminalizado quien cultiva la hoja de coca, no sea criminalizado el joven que porta o que usa el cannabis, sino que precisamente los esfuerzos del Estado se concentren en la interdicción”, es decir, en atacar de manera conjunta las grandes fortunas trasnacionales de los poderosos del narcotráfico, explicó.
Ninco Daza, nombrado embajador en febrero pasado, sostuvo que para pacificar ambos países, no hay otra opción que dialogar con los cárteles, pues éstos ponen en riesgo la existencia de la humanidad, como sucede con la crisis climática y la guerra, comparó.
“No hay otra opción, porque tenemos problemas que ponen en riesgo la existencia de la humanidad como la crisis climática, la guerra y el narcotráfico y la criminalidad solamente expone más a la humanidad hacia esas problemáticas. Entonces necesitamos ocuparnos precisamente de esa agendas”.
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Para ello agregó que “Colombia viene de tirar la toalla y someterse a esos grupos a través de gobiernos que coadyuvaron al narcoestado, México también, y no lo digo yo, sino una sentencia de un tribunal en Nueva York (con el caso García Luna) nosotros estamos cambiando eso”.