Durante muchos años, me ha tocado participar en diferentes acciones para la prevención del delito de Trata de Personas; he realizado acciones ya como servidor público, o bien como miembro de la sociedad civil. He trabajado lo mismo con niños, niñas y adolescentes, como con adultos mayores, población joven, población indígena y en general con la comunidad y también con los servidores públicos, en estructuras operativas tanto locales como federales.
El delito de Trata de personas se tipifica cuando a las personas se les utiliza como mercancía; se presenta cuando una persona, para sí o para un tercero, dentro o fuera de sus países, promueve, solicita, ofrece, facilita, consigue, traslada, entrega o recibe a una persona, por medio de la violencia física o moral, el engaño o el abuso de poder, para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, mendicidad forzada, servidumbre o a la extracción de un órgano.
Este próximo 30 de julio se conmemora una fecha más del Día Mundial contra la Trata, se viene a mi memoria que fui el orador oficial en el 2016, de dicho evento en Michoacán, celebrado en el Salón de recepciones del Congreso del Estado. Recordar esta fecha es fundamental porque escuchamos y conocemos los pronunciamientos de los diferentes actores políticos y sociales y de las autoridades internacionales, regionales y nacionales sobre los avances en el combate de este flagelo internacional, que constituye entre el tráfico de droga, de armas y de personas, ganancias increíbles e inimaginables.
El fenómeno de la Trata de Personas, no es nuevo, desde luego que no; tan solo recordemos el paso de población africana desde hace quinientos años, así como la llegada de mujeres blancas del Occidente para el Nuevo Mundo. Hoy a la vuelta de los años, y en un modelo neoliberal y globalizado, donde todo se compra y se vende, la Trata pone en riesgo a todos aquellas personas y grupos sociales que viven en condiciones de precariedad, o bien en situación de vulnerabilidad, y en ello se incluye, niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores, población indígenas y personas con discapacidad.
Estos grupos que viven en precariedad o que son vulnerables, constituyen las mercancías que demandan los consumidores de cuerpos, de sexo, de droga, de trabajos forzados, de pornografía, de prostitución, de crimen organizado, adopción, casamiento, órganos humanos, mendicidad, o bien de trabajo doméstico.
El cuerpo humano, ahora es una mercancía más en el mercado capitalista, ese mercado que se genera a través de la seducción y del hedonismo, del narcisismo, de la individualidad; ha sido un pase de la comunidad a la personalización del individuo, un abandono de los valores comunales, para un replanteamiento de los valores individuales y de libertad.
Como ustedes saben, la Trata de Personas es un delito en México y en el mundo. La Organización Internacional del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas de trabajo forzado, no vamos muy lejos, aquí en las huertas el pago del jornal no representa el esfuerzo y el deterioro del cuerpo que hace el jornalero migrante para realizar los cortes de frutillas o de otros producto hortofrutícolas. En dicha cifra también se encuentra la explotación laboral y sexual.
En México, como en América Latina, Estados Unidos, Canadá, y prácticamente todo el mundo está afectado por este terrible flagelo de la Trata, ya sea porque sean países de origen, tránsito o destino de las víctimas; en sí, la Trata es una vergüenza social y no debería tener cabida en nuestro mundo, en nuestra sociedad; pero el capitalismo histórico, ahora pone en el mercado no solo la venta de la fuerza de trabajo, ahora como en antaño, se vende el cuerpo para someterlo, controlarlo o bien disciplinarlo en beneficio del comprador y del intermediario.
Según datos de organismos internacionales especializados (Oficina de la Organización de Naciones Unidas ONU contra la Droga y el Delito), expresa que aproximadamente el 30 por ciento de las víctimas de la Trata son niños, niñas, y adolescentes y un 70 por ciento son mujeres y niñas, estos es terrible.
Desde el 2010 la ONU, adopto el Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas, tal vez la acción más humanitaria es la del establecimiento de un Fondo Voluntario Fiduciario para las víctimas del tráfico, especialmente mujeres y niños.
Este fondo facilita la asistencia y la protección efectivas y directas a las víctimas de la trata mediante las subvenciones a organizaciones no gubernamentales especializadas. En un futuro tendrá el propósito también de atender prioritariamente a las víctimas provenientes de conflictos armados o que forman parte de grandes corrientes migratorias o de refugiados, así como de víctimas de explotación sexual y en general de todas las manifestaciones ya enunciadas.
Por otro lado, el Estado mexicano, desde septiembre de 2015, aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y acepto cumplir los objetivos y las metas relacionados con la lucha contra la trata. Estos objetivos piden que se ponga fin a la trata y la violencia contra los niños, que se tomen medidas contra la trata en general, y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y de su explotación; hoy en Michoacán, continúan los feminicidios y violencia de género, aunque reconozco que la autoridad ha atendido denuncias de Trata por prostitución.
Posteriormente a la firma de la Agenda 2030, se llevó a cabo la Cumbre de Refugiados y Migrantes en la que se aprobó la Declaración de Nueva York. En este documento, los países se comprometen a cumplir 19 puntos, tres de los cuales, precisamente, se centran en combatir la trata de personas y el contrabando de migrantes.
Hace unos días, se aprobó el documento intitulado Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada, este mecanismo podría ser aprobado en la Asamblea General de la ONU, al finalizar el año y sería un mecanismo más para el control sobre la migración que se realiza de quienes viven en el fenómeno de la Trata.
En México como en Michoacán, la existencia de organismos gubernamentales que realizan acciones para prevenir la trata son fundamentales para la visibilidad, la prevención y protección, pero en esto no se puede ir sólo como institución, se requiere de la participación de la sociedad civil organizada que permita hacer incidencia en las población vulnerables que viven en áreas rurales, comunidades y pueblos indígenas, aquellas personas vinculadas a las adicciones, entre otras poblaciones como las de trabajo sexual, hoy se requiere de la detonación de mecanismos de participación ciudadana y empoderar a las organizaciones de la sociedad civil para el adelanto de la sociedad en la prevención de este tema.
Las instituciones de procuración de justicia y de seguridad pública, pero en general todas las instituciones de los distintos niveles de gobierno, de manera coordinada y atendiendo protocolos de actuación adecuadamente diseñados deben ir juntos para hacer frente a este delito, iniciando con evitar la corrupción, la impunidad y revirtiendo la falta de credibilidad de la ciudadanía frente a marcos normativos y políticas públicas que consideran no permiten que las personas disfruten en términos identitarios de la igualdad en derechos y sus libertades sociales, y respeto a la dignidad de las personas; deseo que esta situación se transforme al cambio de la nueva administración federal.
De esta manera genérica proponemos algunas acciones en la atención de la prevención del delito de la trata: que las organizaciones de la sociedad civil, sea cual fuere su objeto social podrían apoyar informando a sus beneficiarios sobre el problema de la Trata de Personas para prevenirla. Pero también es importante que desde el Estado mexicano, todos los servidores públicos que actúen en el marco de este delito en alguna de las cadenas de atención y/o prevención profesionalicen sus servicios, además es necesario reforzar los mecanismos de dialogo entre la sociedad y autoridad, y generar las campañas de difusión más permanentes y con contenidos accesibles a las audiencias en los medios de comunicación de la radio, televisión, medios escritos y electrónicos.
Pero la pregunta que me surge y comparto es: cómo padre o madre de familia, ha pensando en generar una estrategia de atención para la prevención del delito de trata de personas con sus hijos o hijas?, de haberlo realizado, felicidades!!!!, de no hacerlo, acérquese a las instituciones que atienden la problemática para que lo orienten.
Soy Licenciado en Derecho, Maestro en Desarrollo Rural y Candidato a Doctor en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas. Me desempeño como Coordinador de Estudios, Divulgación y Capacitación de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Funde Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán del cual soy Presidente, desde donde impulse con otras OSC marcos normativos y políticas públicas para Michoacán. Soy recipiendario de las Preseas “Derechos Humanos”, “Vasco de Quiroga”, “Mérito Ciudadano”, entre otras