- Elecciones estatales….. termómetro político
- PRI-Michoacán, el enemigo dentro
- Sistema educativo estatal, Talón de Aquiles
Por: Eduardo López Nolasco
Elecciones estatales….. termómetro político
Las elecciones de este domingo 5 de junio en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, serán el termómetro político para conocer el real posicionamiento del partido en el poder y también para saber si la alianza PRI-PAN-PRD ha tenido resultados positivos en su estrategia para hacer frente al partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La jornada comicial, como suele ocurrir, ha tenido los “clásicos” señalamientos de intervención gubernamental, de prácticas antidemocráticas, de uso de recursos públicos y hasta de la intervención de grupos criminales, situación nada alentadora en un país que lucha por lograr que los procesos democráticos, en su apartado de libre elección de autoridades, sean claros y transparentes.
Quiérase o no, los procesos para elegir gobernador (en algunos casos otras autoridades) en las seis entidades federativas antes mencionadas, servirán para conocer qué respuesta ciudadana hay al proyecto político de López Obrador y si realmente -como se afirma en los llamados círculos rojos- la popularidad del tabasqueño “ha decrecido”.
El domingo sabremos qué tan efectiva ha sido la estrategia de la triple alianza PRI-PAN-PRD con sus señalamientos en conta de MORENA y sus aliados. Conoceremos qué tan acertada ha sido, por ejemplo, la posición asumida por un Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” de establecer un directo ataque contra el partido en el poder, lo cual le generó la natural respuesta de los morenistas que le han filtrado toda clase de audios desnudándolo como un ataca periodistas y poseedor de una gran fortuna.
Hasta el cierre del proselitismo el pronóstico era demoledor: Cinco estados para MORENA y sus aliados y la ligera posibilidad de que el PAN se quedara solamente con Aguascalientes, pero sin ser contundente la posibilidad.
El ladrón dentro
Sorpresiva fue la revelación pública hecha por el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional en Michoacán, Guillermo Valencia Reyes, al dar a conocer un “robo hormiga” al interior de ese instituto político, mediante la presentación de facturas que amparan la falsa prestación de servicios, con lo que algunos se beneficiaron económicamente.
Y si se habla de sorpresa es por dos elementos fundamentales, uno, la formal denuncia penal presentada ante la Fiscalía General del Estado (FGE), y dos, la revelación del hecho a través de los medios de comunicación, en un partido acostumbrado al silencio y al ocultamiento de sus problemas internos bajo la supuesta lógica de que “la ropa sucia se lava en casa”.
El propio Valencia lo reconoció y sabe que la denuncia le generará desencuentros y problemas internos, pero también abre la posibilidad de haya simpatías entre la militancia que por años ha demandado transparencia al interior. Solo el tiempo dirá qué ocurrirá. Lo que sí es un hecho, es que no puede haber vuelta atrás y se tendrá que dilucidar quién o quiénes son los ladroncillos al interior del PRI.
Educación, una tras otra
Desde hace al menos 30 años, Michoacán ha vivido una confrontación entre actores del sistema educativo que, lamentablemente, han impactado negativamente ya no solo en la calidad de la educación, sino en la prestación de los servicios educativos que en la mayoría de los casos son irregulares en los 113 municipios del Estado.
Desde el surgimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que en Michoacán tuvo una especial repercusión, hasta las actuales manifestaciones violentas de grupos como la Organización de Normales Oficiales del Estado de Michoacán (ONOEM) o los “Tiris”, el tema educativo representa un dolor de cabeza para las autoridades en turno.
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Ni los cambios de colores o de personajes en la cabeza de los gobiernos estatales ha hecho que los grupos beligerantes al interior del sistema educativo depongan su actitud a favor de la educación. Hoy mismo en Michoacán existen conflictos en el CECyTEM, Colegio de Bachilleres, Telebachillerato, Icatmi, Educación Básica y otras instituciones, que parecen solamente esperar su turno para ir al paro, a la toma de instalaciones, a la huelga y a las manifestaciones violentas, con un único afectado directo: el estudiante.