La deuda externa de México y sus desafíos
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El crecimiento de la deuda externa en México eclipsa la inversión extranjera.

Según un análisis realizado por la corporación internacional de inversión Franklin Templeton, se ha observado una considerable reducción en la participación de la deuda externa de México en manos de inversores foráneos.

Mientras que en febrero de 2015 dicha participación alcanzaba el 39%, para junio de 2024 ha decrecido a un 14%. Esto representa que un 24,5% de la deuda ha sido adquirida por inversores nacionales. En consecuencia, el fondo de inversiones subraya que en México la cantidad de deuda ahora excede a las inversiones foráneas.

Entre febrero de 2019 y mediados de 2022, las inversiones experimentaron una caída de 2.27 billones a 1.51 billones de pesos, debido a la liquidación de activos por parte de inversionistas internacionales. No obstante, México ha logrado captar 1.77 billones de pesos en capitales foráneos.

Sin embargo, el aumento de la deuda ha superado el ritmo de inversión extranjera, ascendiendo de 9.6 billones a 12.5 billones de pesos entre octubre de 2022 y junio de 2024. Mientras que la inversión foránea creció un 17%, la deuda se incrementó en cerca de un 30%, disminuyendo así la posesión extranjera de la misma.

Deuda Externa de México

Franklin Templeton destaca que, aunque el financiamiento gubernamental se ha vuelto menos dependiente de la inversión extranjera y el peso mexicano se ha beneficiado de tasas de interés globalmente atractivas, la disminución de capitales foráneos implica la pérdida de una fuente esencial de financiamiento que podría ayudar a minimizar los costos del servicio de la deuda.

Los inversionistas foráneos muestran mayor interés por una gestión financiera prudente que por los problemas de inseguridad y Estado de derecho que conciernen a los inversionistas locales.

Por tanto, es fundamental monitorear las dinámicas que influirán en las estrategias de financiamiento a futuro del país, especialmente para preservar su calificación crediticia.

A pesar de que México es el único país con calificación de inversión que ofrece tasas de interés de dos dígitos a corto plazo, lo cual ha favorecido la revalorización del peso desde 2020 hasta el primer trimestre de 2024, una porción importante de capitales foráneos continúa siguiendo índices de deuda global con calificación de inversión.