Morelia, Michoacán.- Dentro de la poesía visual, existe el anagrama matemático, una unión poco conocida, que resulta en obras abstractas con un trasfondo personalizado según su intérprete, lo cual, se dio a conocer en la exposición del michoacano Jiménez.
En tan solo unos cuantos años, la obra de Jesús Jimenes ha experimentado una reconfiguración dramática respecto de sus intereses formales.
Al inicio de su trayectoria la fotografía le permitió sintetizar ejercicios de ocupación del espacio. A través de ellos manipuló una serie de conjuntos infinitos de objetos similares, tratando de hacer las obras “personales”, a pesar de connotar figuras abstractas.
El artista dio a conocer la base de su inspiración, siendo esta, su cuna académica aunada se su pasión por la poesía y el arte visual.
“Estudié finanzas entonces los números están presentes en toda la carrera y ahora también en mis obras. Eso me da una ventaja frente a otros creativos creo yo, además tengo una maestría en artes visuales y esto me diferencia de los demás artistas”, destacó.
A través de figuras numéricas y un texto poético que acompaña la obra, se busca que el visor descubra el mensaje el mensaje de esta misma, es decir, dejándolo a la libertad de la interpretación de cada persona.
“Que el público lo descifre, eso siempre fue el objetivo. Quería que fuera sorpresivo y a su vez que sepas el trasfondo por lo que ves una vez que lees el texto. Creo que por ahí va el arte contemporáneo”, señaló el artista.
En un proceso de desarrollo de dos años, se presentaron obras compuestas de billetes, calculadoras y papel de impresión numérica.
“Hay que ser estrictamente ilustrado para comprender el arte contemporáneo. Hay que leer, hay que estudiar cualquier práctica cultural. Se necesita un rigor y el querer aprender otras cosas”, puntualizó.
Una de las obras más controversiales fue el “Empaque de reloj pulsera reloj robado en secuestro 2015”, que acompañaba el siguiente texto:
Cuantas veces en esta interminable noche he repetido que no me hicieran daño? Comienzo a reconocer mi propia mentira. Si me hiciera daño: tardaré mucho en reintegrarme a la vida. ha sido como nacer de nuevo; y nacer no es, como pudiera pensarse, un suceso lleno de alegría y promesas, sino una violencia perpetrada contra el recién nacido.
La exposición continuará en el Centro Cultural Clavijero hasta el mes de septiembre, con la finalidad de incentivar un análisis digno de una alta cultura en la sociedad.