La reciente detención de Pavel Durov, CEO de Telegram, ha causado revuelo global y cuestionamientos sobre la responsabilidad de las plataformas digitales
La reciente detención de Pavel Durov, fundador y director general de Telegram, ha provocado una ola de indignación en la compañía originaria de Rusia.
El arresto de Durov fue en el aeropuerto de La Bourguet, Francia, bajo acusaciones de las autoridades francesas relacionadas con una investigación preliminar que señala a la plataforma por no prevenir el uso criminal de sus servicios. Telegram ha respondido que su director “no tiene nada que ocultar”.
“Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma”, declararon desde Telegram en un comunicado emitido en su canal oficial el domingo 25 de agosto.
Se critica que la aplicación no implementó medidas suficientes para detener su uso delictivo.
Telegram se ha destacado como una alternativa privada y libre de censura frente a otras redes sociales, destacando su uso por “casi mil millones de usuarios en todo el mundo” como medio de comunicación y fuente de información esencial, y han solicitado una “pronta resolución de esta situación”.
La empresa ha asegurado que cumple con las normativas de la Unión Europea como la ley de Servicios Digitales, y rechaza las acusaciones que la hacen responsable del mal uso que hacen los usuarios de la aplicación. A pesar de esto, se le critica por no haber implementado controles efectivos contra actividades ilegales como el tráfico de drogas, la propagación de contenido sexual infantil o el fraude.
Detención de Pavel Durov
El CEO de Telegram, que anteriormente se exilió de Rusia por no cooperar con el Kremlin, es objeto de críticas por permitir que grupos cuestionables, como presuntos pedófilos o neonazis, se organizasen a través de su plataforma. Aunque ha eliminado algunos de estos grupos, Telegram aún carece de un sistema de moderación completo.
La detención de Durov ha resonado mundialmente, y las autoridades de su país natal han declarado que Francia no ha permitido el acceso a Durov hasta ahora. Figuras como Elon Musk han expresado su apoyo, criticando la inconsistencia en la aplicación de la libertad de expresión por parte de las autoridades.
“Viajo a lugares donde tengo confianza en que esos lugares son coherentes con lo que hacemos y nuestros valores”, mencionó Durov en una entrevista con Tucker Carlson, enfatizando el objetivo de Telegram de mantenerse “neutral” frente a las presiones gubernamentales por moderar contenidos.
Actualmente, el caso contra el CEO de Telegram está en manos de una unidad especializada de ciberseguridad y la unidad antifraude de la policía francesa, y aún es incierto si Durov será liberado o enfrentará cargos formales que podrían complicar aún más su situación.