Conoce la importancia de la detección temprana del sarcoma para mejorar el pronóstico y tratamiento.
Ciudad de México.- El sarcoma es un padecimiento infrecuente, por lo cual hay poco conocimiento entre la población; esto se traduce en el diagnóstico tardío en la mayoría de los casos, advirtió el cirujano oncólogo adscrito al Departamento de Piel, Partes Blandas y Tumores Óseos del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) de la Secretaría de Salud, Dorian Yarih García Ortega.
Subrayó que, ante esta situación, es necesario que la población sepa de la existencia de este padecimiento y sus características; sensibilizar a los tomadores de decisiones y diseñadores de políticas públicas; incentivar la investigación científica y promover la detección temprana del sarcoma dirigida a obtener mejores pronósticos para pacientes.
En ocasión del Día Internacional del Sarcoma, que se conmemora el 13 de julio, explicó que es un conjunto de enfermedades oncológicas poco frecuentes que se caracterizan por la proliferación de células tumorales en tejidos blandos del organismo o en los huesos.
Es de baja prevalencia, ya que representa entre uno y dos por ciento de los casos de cáncer en nuestro país y en el mundo.
El especialista del INCan señaló que se clasifican en: sarcomas de tejidos blandos y óseos. Entre los primeros, los más comunes son el liposarcoma, el leiomiosarcoma y el sarcoma pleomórfico indiferenciado; en los segundos destacan el osteosarcoma, el condrosarcoma y el sarcoma de Ewing.
Los factores de riesgo son fundamentalmente genético-hereditarios y están asociados con condiciones como el síndrome de Li-Faumeni, la neurofibromatosis tipo 1 y el retinoblastoma.
Otros factores menos comunes son la exposición a radiación y a químicos. No obstante, en 95 por ciento de los casos no hay una causa identificada.
En muchas ocasiones, la principal molestia del paciente es la detección de una protuberancia surgida en alguna parte de su cuerpo y de la que se ha dado cuenta a través de la palpación.
Detección Temprana del Sarcoma
En etapas avanzadas de la enfermedad es posible que se presenten síntomas como inflamación y dolor localizado en la lesión, aparición de bultos/tumoraciones o aumento de tamaño de protuberancias preexistentes con o sin dolor, y pérdida de peso.
Enfatizó que se debe poner especial atención en el tamaño de la lesión, en virtud de que, mientras más grande, más probabilidades hay de que se trate de sarcoma, por lo que, ante cualquier protuberancia de cinco centímetros o más, es necesario referir al paciente con la o el especialista en cáncer.
Explicó que el tratamiento implica la evaluación por parte de un especialista, y la realización de pruebas diagnósticas de imagen como radiografías, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas, ecografías y gammagrafías óseas, además del análisis de muestras de tejido a través de biopsias.
Históricamente, continuó, el tratamiento había sido quirúrgico, pero investigaciones de los últimos 15 años han permitido el desarrollo de distintas terapias basadas en quimioterapia, inmunoterapia y terapia blanco.
El INCan
El cirujano oncólogo destacó que el INCan es el principal centro de referencia a nivel nacional para el tratamiento gratuito de sarcoma; cuenta con recursos técnicos, personal capacitado y tecnología de punta.
Además, desarrolla protocolos de investigación que pueden ser aprovechados por pacientes que tienen condiciones muy avanzadas y en quienes han fallado los tratamientos convencionales.
En el ámbito académico, el INCan lleva a cabo varios simposios al año; trabaja de forma conjunta con la Sociedad Mexicana de Oncología y pertenece a la Red Europea y Latinoamericana de Sarcoma.
Sobre el sarcoma de Kaposi, aclaró que, de forma inexacta se ha relacionado con personas que viven con VIH como si fueran lo mismo, cuando se trata de condiciones distintas.
El sarcoma de Kaposi está relacionado con el virus del herpes tipo 8 y, en lo relativo a la vinculación con VIH, es importante aclarar que ni todos los pacientes con este padecimiento viven con VIH, ni todas las personas que viven con VIH desarrollan sarcoma de Kaposi, que requiere tratamiento específico; generalmente, a través de quimioterapia.