despedida papa Francisco Dan último adiós líderes mundiales y marginados
Último adiós al papa Francisco | Foto: Especial

Líderes y fieles se reúnen para la despedida al papa Francisco, subrayando su legado de compasión hacia los más necesitados.

Este sábado, líderes mundiales y fieles católicos se reunieron para la despedida al papa Francisco en un funeral que subrayó su dedicación a “los más periféricos de las periferias”. La ceremonia reflejó sus valores como pastor.

Entre los asistentes a la misa en la plaza de San Pedro se encontraban presidentes y príncipes, mientras que reclusos y migrantes le rindieron homenaje en la basílica donde fue sepultado.

Alrededor de 250 mil personas participaron en el funeral, y decenas de miles más se congregaron a lo largo del recorrido del cortejo fúnebre.

Aplaudieron y corearon “papa Francesco” mientras su sencillo ataúd de madera era trasladado por Roma en uno de sus antiguos papamóviles hacia la Basílica de Santa María la Mayor, su lugar de descanso final.

El ataúd fue escoltado al interior del templo por la Guardia Suiza. Durante la ceremonia, el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, ofreció una homilía conmovedora y personal.

Papa Francisco, líder del pueblo

Describió al papa argentino como un líder del pueblo, un pastor que se comunicaba con “los más pequeños” de manera informal y espontánea.

El cardenal Re fue ovacionado cuando rememoró la preocupación constante del pontífice por los migrantes, incluyendo la misa en la frontera entre Estados Unidos y México, y su visita a un campo de refugiados en Lesbos, Grecia, donde ayudó a 12 personas a encontrar un nuevo hogar.

“El hilo conductor de su misión fue también la convicción de que la Iglesia es un hogar para todos, un hogar con sus puertas siempre abiertas”, añadió Re.

El cardenal destacó que, a través de sus viajes, incluido su último recorrido por Asia, el papa Francisco llegó a “los más periféricos de las periferias del mundo”.

El jesuita argentino organizó su propio funeral al revisar y simplificar los ritos vaticanos el año pasado, con el fin de destacar el papel del papa como un simple sacerdote y no como “un hombre poderoso de este mundo”.