Morelia, Michoacán.- El delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Michoacán, Jasinto Robles Camacho, dijo desconocer los daños que se han hecho al Centro Histórico de Morelia por rayones y grafitis que se hacen en marchas y manifestaciones, así como los costos que implica el limpiar los edificios históricos del primer cuadro de la ciudad, con el argumento de que es el ayuntamiento de Morelia el que se encarga de ello.
“Tenemos una relación bastante estrecha de colaboración con el ayuntamiento en los últimos dos años y un programa permanente para ello, el caso específico de los grafitis en las zonas de monumentos, pero las cantidades las maneja el ayuntamiento. Lo que sabemos es que se van haciendo acciones por cuadras y con ello se elimina la parte fea”, reiteró el funcionario federal asentado en Michoacán.
En ese tenor, Robles Camacho refirió que en algunos de los monumentos y edificios se vuelve “impráctica” la labor de limpieza debido a que llega una manifestación y se vuelve a dañar, sin embargo, hizo énfasis en que como INAH su tarea fue la de capacitar a personal del ayuntamiento para eliminar los grafitis y rayones y recubrir con una capa especial.
Pero no sé cuánto cuesta, son cuentas que yo no llego. Es el ayuntamiento el que paga.
“El ayuntamiento tiene la facultad de actuar inmediatamente por la imagen y lo único que tiene que hacer es registrar antes y después pero la condición inmediatamente se tiene que recubrir. Todos los días encontramos grafitis nuevos lamentablemente, es terrible. Pero sí lo que le puedo decir es que hay un programa que trata de embellecer el Centro Histórico a partir de la eliminación sistemática de grafitis. El recubrimiento que nosotros dimos permite la posibilidad de que en cuanto lleguen a grafitar de nuevo se pueda eliminar con una espátula, ya sin tener que usar la abrasión”, explicó.
De igual manera, dio a conocer que con los grafitis y rayones no se pierde el nombramiento de Patrimonio Cultural de la Humanidad, toda vez que es cuando empiezan a desaparecer elementos icónicos que se podría tener esa amenaza.
Sin embargo, Jasinto Robles adelantó que una comisión del INAH acudirá a la Escuela Normal Rural “Vasco de Quiroga” en la tenencia de Tiripetío, para hacer conciencia en los jóvenes de que manifestarse no necesariamente debe conllevar un daño al patrimonio.
“Debemos decirles que son ellos quienes educarán a nuestros niños y qué van a enseñar, ¿cómo rayar efectivamente los monumentos históricos? No es la manera. Hay otras maneras de manifestarse y está bien que lo hagan, es su derecho pero hay formas. El instituto no está en contra de manifestaciones sociales, pero las formas son las que hay que cuidar y es como empezaremos a decir que somos una sociedad madura”, remató.
Es importante hacer mención que esta casa editorial buscó la declaración del gerente de Patrimonio del Centro Histórico, Gaspar Hernández Razo, para conocer los costos y daños que causan los grafitis y rayones y no hubo respuesta por parte del servidor público municipal.