Morelia, Michoacán.- El pasado 31 de mayo de 2016 el presidente de México, Enrique Peña Nieto, decretó en el Puerto de Lázaro Cárdenas las Zonas Económicas Especiales (ZEE), luego de que el 27 de abril de ese mismo año el Congreso de la Unión, aprobara la Ley Federal para las ZEE, uno de los proyectos de gran magnitud del priista con el que se pretende reactivar la economía y el desarrollo en el corredor Transístmico y/o Interoceánico, Coatzacoalcos-Salina Cruz; Puerto Chiapas y el Puerto de Lázaro Cárdenas. Más adelante, será incluido también el corredor petrolero, Tabasco-Campeche.
Fue estratégicamente que en estos tres lugares se decretaron las Zonas Económicas Especiales, por la ubicación geográfica y el bajo o casi nulo desarrollo de estas regiones; pues según cifras de Presidencia de la República, el norte del país tuvo un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita del 47 por ciento en las últimas tres décadas, mientras que el sur, únicamente incrementó en siete por ciento el PIB per cápita a pesar de los recursos naturales con los que cuenta.
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Entonces, el presidente Peña Nieto, reconoció los contrastes de México, uno de vanguardia y otro de rezago: “Hay un México que compite en la economía global y otro que se ha quedado atrás, que no ha podido aprovechar su potencial y sufre de carencias que son inaceptables en el siglo XXI. El objetivo de estas Zonas es poner en marcha una iniciativa de gran alcance que busca erradicar siglos de rezago, estamos sembrando una semilla de esperanza para las familias del sur del país, se trata de saldar una deuda histórica porque somos un mismo pueblo, no puede haber dos Méxicos, todos deben alcanzar oportunidades de desarrollo sin importar dónde viven”.
Entre los beneficios que traerán las ZEE a las regiones determinadas para instalarlas, están: la generación de polos de desarrollo en los que se consideran las entidades más rezagadas del país, sobre todo en el sur; la generación de empleos; la atracción de inversiones extranjeras; la generación de cadenas de valor que aumenten los costos de los productos por su industrialización; la aceleración y diversificación de las exportaciones y el desarrollo de actividades productivas.
En sí, una Zona Económica Especial es considerada un área delimitada con un entorno favorable para la inversión, en el caso específico de Lázaro Cárdenas, se aprovecha la ubicación del Océano Pacífico cercano a países asiáticos y de Oceanía, así como a grandes ciudades de Estados Unidos y Canadá. Y es que a decir de las autoridades federales, las ZEE impulsarán el desarrollo a través de la inversión que se logre generar, con ello, se dinamizará la economía de la entidad, crecerán las oportunidades productivas y las transferencias tecnológicas; caso específico, la producción de autopartes que ya realiza Michoacán.
En el Puerto de Lázaro Cárdenas, fue el pasado mes de abril, cuando se decretó la Zona Económica Especial, la primera de las tres que se anunciaron en mayo de 2016; con ello, las autoridades competentes deben coordinarse para establecer una empresa “ancla” que atraiga más inversiones a la ZEE, que también incluye los municipios colindantes del vecino estado de Guerrero. Sin embargo, no se ha determinado con exactitud la vocación que tendrá la ZEE del Puerto de Lázaro Cárdenas.
Pese a ello, Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE, refirió que ya se cuenta con 118 posibilidades de proyectos de inversión, de los cuales 24 están ya en fases avanzadas de negociación lo que implica una inversión cercana a los siete mil millones de dólares. Estos datos son en general, cuando se habla de la primera etapa de las ZEE que comprenden las de Coatzacoalcos, Salina Cruz, Puerto Chiapas y Lázaro Cárdenas, sin que a la fecha en esta última se haya definido ya una empresa ancla.
Y es que a decir del delegado de la Secretaría de Economía en Michoacán, Salvador Abud Mirabent, son “muchas” las vocaciones que pudiera tener la ZEE de Lázaro Cárdenas: “Es uno de los puertos de salida al Pacífico, pero además es un lugar en donde concluye la presencia de producción agrícola importante, está el tema minero, entonces, parece ser que una de sus vocaciones pudiera ser la agroindustria, la minería y la logística y en ese sentido, habrá que empezar a sacar las antenas para ubicar una empresa que de verdad sea generadora de bienestar y de empleo y que de ahí, se desgrane todo el desarrollo”, lo que da a entender, que aún no se tiene una empresa directamente interesada en invertir en la primera ZEE.
En ese tenor, Abud Mirabent, reconoció que el dinero privado que pudiera potenciar de inicio la ZEE, se atrae únicamente cuando hay condiciones de rentabilidad y de poco riesgo “si no, no viene; por más que lo invites no viene”. Y es importante recordar que Michoacán es una de las entidades con más movilizaciones de diversos sectores, lo que en ocasiones ha dificultado la movilidad de las grandes empresas, incluso, algunas han amenazado con retirarse de la entidad de no ser frenadas las acciones que bloquean las vías del tren o las autopistas de la entidad, en el caso específico, la Siglo XXI.
Aunado a ello, Michoacán no cuenta todavía con la infraestructura necesaria para garantizar el potencial de una ZEE, aunque estas acciones y obras de infraestructura deberán iniciarse una vez que empiece a caminar la Zona Económica Especial, por lo que por el momento no es una situación de riesgo para la instalación del proyecto, pues una vez que se tengan empezadas las primeras etapas, deberán construirse hospitales, escuelas, pozos de agua potable, redes de drenaje y plantas tratadoras de aguas residuales que resistan la cantidad de empresas que se podrían instalar.
Con ello, será necesaria también la ampliación de la autopista Siglo XXI ya que según datos de la Secretaría de Economía, no serán suficientes dos carriles con acotamiento para el flujo de vehículos que pudiera registrarse una vez que se instalen las primeras empresas de la ZEE. La temporalidad de la Zona Económica Especial es a largo plazo, se proyecta de 10 a 15 años para que esté consolidada totalmente, sin embargo, el presidente Enrique Peña, urgió para que antes de que termine su administración en el año 2018, esté instalada la primera empresa ancla en cada una de las ZEE.