Estados Unidos impulsa un ecosistema digital que combina ciberseguridad y energía limpia para un futuro seguro
La administración de Joe Biden ha logrado la inversión más significativa en energía limpia hasta la fecha, captando inversiones multimillonarias del sector privado. Desde la Casa Blanca, se subraya la importancia de las tecnologías digitales para potenciar los recursos energéticos contemporáneos.
La reducción de costos y la mejora en la eficiencia de las infraestructuras son posibles gracias a las innovaciones en energía limpia. En este contexto, el Gobierno de Estados Unidos tiene como objetivo identificar y expandir colaboraciones esenciales para fortalecer la seguridad en el ecosistema energético y desarrollar sistemas de previsión que aprovechen las oportunidades digitales y mitiguen los riesgos cibernéticos en ámbitos públicos y privados.
Ecosistema digital para energía segura
Este esfuerzo se enmarca dentro de la ‘Estrategia Nacional de Ciberseguridad’ (NCS), basándose en los pilares cibernéticos de la transición energética y cuenta con el apoyo de la Oficina del Director Nacional de Ciberseguridad (ONCD) y la Oficina de Política Climática Nacional (CPO). La colaboración entre estas entidades asegura la preparación de un ecosistema digital que garantiza un futuro energético seguro.
El Gobierno se centra en cinco tecnologías cibernéticas cruciales para la transición energética a corto plazo, incluyendo sistemas de baterías con software avanzado para almacenamiento eficiente de energía, equipos de conversión de energía con robusta ciberseguridad, sistemas de control de distribución eléctrica, gestión energética de edificios y el desarrollo de vehículos eléctricos y su infraestructura de carga.
Además, el Gobierno invita a todos los interesados a unirse a una comunidad estratégicamente alineada para continuar apoyando las prioridades del proyecto, que incluyen el desarrollo de estándares y directrices, investigación y desarrollo de vanguardia, implementación rápida y resiliente, gestión de riesgos para las cadenas de suministro y desarrollo de capacidades laborales, así como la mitigación de riesgos sistémicos en las cadenas de suministro de componentes energéticos.