desaparición forzada de militares méxico

Explorando la creciente preocupación sobre la desaparición forzada de militares en México, a partir del año 2010

Desde 1985, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha registrado varios motivos para dar de baja a su personal, incluyendo retiro, mala conducta y defunción; sin embargo, en 2010 se introdujo un motivo alarmante en sus registros: la desaparición forzada de militares en México.

Ese año, se documentó la desaparición de ocho miembros del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana, incluyendo dos tenientes y varios miembros de la Tropa. Al año siguiente, el número aumentó a 22, y en 2014, se alcanzó un pico de 130 bajas por desaparición. Sorprendentemente, desde 2015 hasta mediados de 2024, no se han reportado más casos, según Sedena.

David Fuentes, periodista experto en seguridad, sugirió en una entrevista con Infobae México que la baja remuneración y el respeto insuficiente hacia la autoridad podrían estar motivando a los militares de rangos inferiores a abandonar el ejército.

“Muchos de los soldados que pretenden iniciar una carrera militar, al corto tiempo, ya que tienen el entrenamiento básico, abandonan las Fuerzas Armadas para irse hacia el crimen organizado, es cuando los empiezan a reclutar porque ya cuentan con el adiestramiento necesario”, explicó Fuentes.

desaparición forzada de militares méxico 1

La situación económica también juega un papel crucial. En 2024, un soldado raso gana significativamente menos que lo ofrecido por carteles criminales en redes sociales. Esta disparidad salarial podría estar incentivando a algunos militares a ‘dobletear’, trabajando tanto para el ejército como para grupos delictivos, lo que eventualmente lleva a su desaparición de las filas militares sin dejar rastro legal.

La ley establece que un militar se considera desaparecido tras tres meses de ausencia, distinguiéndolo de la deserción. Sin embargo, la falta de registros recientes y la creciente violencia en ciertas regiones sugieren que las cifras oficiales podrían estar minimizadas.

“En esos años [en los que se dejaron de reportar casos] sí debe de haber más militares con el registro de desaparición, si tomamos en cuenta cómo incrementó la violencia en Tamaulipas, en Ciudad Juárez o en los límites de Chiapas”, afirmó Fuentes.

Este fenómeno no solo plantea preocupaciones sobre la seguridad y lealtad de los militares, sino también sobre la transparencia y manejo de la información por parte de Sedena.