El primer convoy integrado por 13 ambulancias y 20 autobuses comenzó a evacuar a los residentes y rebeldes del reducto opositor en el este de Alepo, según confirmó una portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Imágenes transmitidas en directo por la emisora de televisión Al Mayadeen mostraban el convoy saliendo de la zona oriental de la ciudad, situada en el norte de Siria.
Según la organización, el primer grupo lleva heridos y civiles y se dirige a la zona occidental fuera del núcleo urbano de Alepo y a la provincia de Idlib, áreas bajo control de los opositores.
En total, está previsto que hoy se saque a 15 mil personas de la zona rebelde en la ciudad, según supo dpa de círculos militares sirios. Se trata de 500 combatientes y sus familiares, así como civiles que se encuentran atrapados en la zona asediada por las fuerzas del régimen.
Todos ellos se dirigirán hacia Idlib, en el sureste de Alepo, una provincia mayoritariamente en manos de la oposición armada.
El general ruso Valery Gerasimov, por su parte, señaló que comenzó a evacuar a unos 5 mil rebeldes y sus familias siguiendo una orden del presidente Vladimir Putin. Se ha establecido un corredor humanitario de más de 20 kilómetros, 15 de los cuales pasan por territorio controlado por “grupos armados ilegales”, lo citó la agencia Tass.
Para la evacuación se utilizan autobuses, ambulancias y algunos vehículos particulares de los rebeldes. La ONU, que supervisa la operación de evacuación, aseguró que se está preparando para la llegada de hasta 100 mil personas a Idlib, entre ellos heridos, civiles y combatientes, señaló el coordinador de ayuda de emergencia del organismo, Jan Egeland, en Ginebra.
“Esperamos ver hoy el último y exitoso intento de evacuación”, dijo Egeland, que sin embargo subrayó que la ONU no les puede garantizar protección a los residentes, porque sus colaboradores no se pueden mover libremente en esta zona en conflicto. “Temo lo que pueda ocurrir cuando termine esta operación”, señaló. “La historia de Alepo en esta guerra será un capítulo oscuro en la historia de las relaciones internacionales”. Naciones Unidas está dispuesta a acompañar a los evacuados a Idlib o hasta Turquía, destacó Egeland. Además, está en contacto con Ankara para hablar de la posible instalación de nuevos campamentos más grandes para acogerlos. Las evacuaciones se producen tras meses de asedio por parte de las fuerzas del Gobierno sirio, fuertes enfrentamientos y tras un nuevo acuerdo alcanzado por las partes en conflicto en la noche del miércoles, después de que fracasara otro pacto alcanzado el martes.
En el este de Alepo se encuentran decenas de miles de personas, muchas de las cuales viven en viviendas bombardeadas y destruidas.
Ante el bloqueo que duró meses, la situación humanitaria es catastrófica: falta agua potable, alimentos y medicinas y como tampoco hay apenas electricidad y combustible, los residentes no pueden protegerse de las frías temperaturas invernales.
“Nunca había visto antes ese nivel de sufrimiento humano”, citó el director regional del Comité Internacional de la Cruz Roja en Alepo, Robert Mardini, las palabras de su compañera Marianne Gasser, en Twitter. “Es duro creer que hubo gente que pudo sobrevivir” en estas condiciones”, añade Mardini.
Alepo ha sido uno de los lugares más disputados durante los casi seis años de guerra civil. Tras una ofensiva a gran escala las tropas del gobierno pudieron reconquistar en noviembre la mayor parte de la zona oriental que desde 2012 estaba en manos de los opositores.
La evacuación allana ahora el camino para que el presidente Bashar al Assad declare la victoria total sobre la estratégica ciudad del norte de país, antiguo núcleo comercial sirio.