Casi 70 por ciento de los 46.7 millones de italianos con derecho a voto, participó ayer en el referéndum sobre las reformas constitucionales, y según las primeras encuestas a pie, de urna ganaría el No, lo que implicaría la dimisión del primer ministro Matteo Renzi.
Las casillas cerraron a las 23:00 horas locales de ayer, e inmediatamente comenzaron ser difundidos los exit polls o encuestas de salida. Según el primer sondeo de salida de la televisión pública RAI, el No alcanzó entre 54 y 58 por ciento de los votos, y el Sí obtuvo entre 42 y 46 por ciento.
La encuesta de la televisora privada La7 dio ventaja al No, con entre 55 y 59 por ciento, sobre el Sí, que tendría entre 41 y 45 por ciento. Por su parte, el primer exit poll de la televisora privada Mrdiaset dio al No entre 55 y 59 por ciento de los sufragios, y al Sí entre 41 y 45 por ciento.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, anunció ayer su dimisión, que presentará hoy al presidente de la República, Sergio Mattarella, tras la derrota sufrida en el referéndum.
“Esta reforma era la que habíamos llevado al voto, no hemos sido convincentes, lo siento, pero nos marchamos sin remordimientos”, dijo Renzi pasada la medianoche, poco más de una hora después del cierre de los colegios electorales.
La derrota de Renzi lleva a la inestabilidad institucional a uno de los países fundadores de la Unión Europea (UE), en un momento en el que los movimientos populistas avanzan en varios países y cuando el proyecto europeo aún tiembla por las consecuencias del Brexit (salida de la Unión) británico.
El joven jefe del Gobierno italiano no esperó a conocer los resultados definitivos del recuento y anunció que comparecía ante la prensa, poco después de que los primeros sondeos a pie de urna indicaran que el No vencía por un margen de casi diez puntos a la opción del Sí, del primer ministro.
Al contrario que en los referendos anteriores, los ciudadanos de Italia han acudido, con una alta participación, a los colegios electorales para expresar su opinión acerca de la reforma constitucional del Senado propuesta por el primer ministro.
Se trata de la mayor tasa de participación en un referéndum en los últimos quince años, tal como informaba ayer la agencia italiana Ansa. Atendiendo a la participación según la geografía, los votantes que han acudido de forma más masiva respecto a los demás han sido los del Norte de Italia. Según el Ministerio del Interior italiano, en todo el país, la cifra de participación alcanzó el 66.2 por ciento.
Mattarella decidiría si pide a Renzi retornar al Parlamento, para verificar si mantiene la mayoría, en cuyo caso le podría encargar la formación de un gobierno técnico (encargado de las reformas administrativas) en espera de nuevas elecciones.
La reforma de la Cámara Alta aspira a reducir el número de senadores de los actuales 315 a 100, evitar duplicidades entre Estado y regiones, eliminar las provincias y, entre otras cosas, convertir a la Cámara Alta en un nexo del Estado italiano tanto con las regiones como con la UE.
A pesar de la derrota, hoy Italia se despierta, por fin, sin una crispada y agria campaña electoral y, tal como afirma La Repubblica, con dos certezas: que el país “estará dividido” y con una “izquierda en ruinas”.