Siempre he pensado que en tiempos de crisis se vulneran gravemente a los derechos humanos; ya que mediante el pánico es que se llevan a cabo acciones que directamente producen daño a estos mismos derechos.
Uno de los derechos de los que más se ha visto afectado es el derecho al trabajo; por un lado, los empresarios necesitan apoyos, y por otro las personas fuentes de trabajo. Esto va más allá de la retorica de la solidaridad, ya que los despidos en masa que se están generando son parte de la grave crisis que está existiendo en estos momentos. La mayoría de la población que tenemos en México y el mundo vive económicamente al día, lo cual es una realidad social.
Se cree que solamente los grupos más afectados en esta pandemia son los adultos mayores; también las personas con discapacidad se ven enormemente agraviadas. No se habla de una estrategia frontal para apoyarlos; por ejemplo, no pueden ir a hacer compras de sus despensas, ya que muchísima gente egoísta realiza “compras de pánico”, por lo que no dejan productos de primera necesidad. Estos escenarios recrudecen y exhiben la falta de justiciabilidad de los derechos. Con excusa de la pandemia se ve debilitado el andamiaje que provee la no discriminación.
Con la pandemia estamos viendo escenarios de xenofobia, racismo, discriminación y polarización; esto les está ocurriendo a las personas de origen asiático. Situaciones que son mal manejadas por faltas de políticas públicas, provocando erosión en el tejido social, y más allá de los discursos, debe prevalecer el estado de derecho, y que no solo se hable de solidaridad, sino que sea el Estado el garante y promotor de acciones que eviten estas prácticas.
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Luis Ventura De La Rosa Orozco
“Libertad, igualdad, y fraternidad es el camino hacia la paz”