Delaware emerge como un refugio para la creación de empresas fantasma, atrayendo a magnates y magnificando el debate fiscal.
La polémica está servida en torno a Delaware, el estado que Elon Musk ha criticado abiertamente, recomendando no registrar empresas allí. A pesar de su consejo, Delaware ha sido el hogar fiscal de Neuralink y SpaceX, aunque recientemente ambas han cambiado su sede a Nevada y Texas, respectivamente. La incógnita persiste sobre el futuro fiscal de Tesla en este estado.
Delaware, con una población de apenas un millón, se ha posicionado como el epicentro global de las “empresas fantasma”. Su atractivo para las corporaciones se debe a incentivos como la exención de impuestos estatales y el reembolso de gastos legales a directivos. Su Tribunal de Equidad, establecido en 1792, ofrece una jurisprudencia corporativa especializada, como destacan investigadores estadounidenses, brindando una ventaja competitiva frente a otros estados.
El proceso de registro de empresas en Delaware es notablemente ágil y económico, con la posibilidad de hacerlo online en una hora por unos $1000, o incluso en menos tiempo por un costo adicional. Esto ha resultado en un promedio de 683 nuevas empresas registradas diariamente en Delaware, generando ingresos anuales de alrededor de $1500 millones para el estado.
La capacidad de formar compañías de manera anónima es una de las características más controvertidas de Delaware. Hal Weitzman, de la Universidad de Chicago, y autor de “What’s the Matter with Delaware?”, enfatiza la facilidad con la que se pueden establecer LLC sin revelar la identidad de los propietarios. Este anonimato ha convertido a Delaware en un destino atractivo para actividades ilegales a nivel global.
Delaware ha sido vinculado a figuras de dudosa reputación como Viktor Bout y a escándalos políticos como los involucrando a Michael Cohen y Paul Manafort. La ‘Delaware loophole’ es otro mecanismo que permite a las empresas minimizar su carga fiscal a través de subsidios por el uso de intangibles.
A pesar de las críticas y la nueva Ley de Transparencia Corporativa, que busca mayor claridad sobre los beneficiarios efectivos de las empresas, Delaware continúa siendo un imán para las corporaciones. Casey Michel, entrevistado por BBC Mundo, señala que aunque la creación de empresas anónimas podría verse limitada, Delaware seguirá ofreciendo numerosas ventajas a las empresas.
Fuente BBC