Defenderse no es un crimen se lee en una playera que traen puesta hoy familiares de los 300 autodefensas detenidos por portación de armas del ejército y que a dos años de las detenciones se manifiestan hoy para exigir la liberación.
Y es que aún y cuando los abogados han mostrado los permisos originales de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), para portar armas, éstos continúan recluidos.
Héctor Carlos Ruiz, abogado defensor de 11 ex autodefensas dice que “resulta extraño que pese a los amparos de libertad, todo ha sido declarado improcedente; es muy raro”. Para el litigante resulta rara la actuación procesal de las autoridades, “algunos recursos promovidos pudieron haber sido declarados procedentes, pero increíblemente ninguno ha funcionado; no sé si ha sido una especie de consigna; no sé.”.
Como en todo movimiento social, hay quienes buscan aprovecharse de la necesidad, dice Carlos Ruíz, “van con los detenidos, les prometen saldrán en menos de dos meses libres; ellos firman con esa esperanza, pero no salen. Lo cual ha ocasionado entorpecimiento de la cuestión legal”.
Su causa ya es una lucha social, dice, aunque solo represente a once personas legalmente, por lo que ha convocado a los familiares de los ex autodefensas, con la confianza que habrán de salir libres. Los familiares de los ex autodefensas se manifestaron en la plaza Melchor Ocampo y por fuera del Palacio de Justicia, para marchar hasta el Cereso David Franco Rodríguez “Mil Cumbres”.
Traían puestas camisetas con la imagen del ex Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo y de José Manuel Mireles Valverde, con las leyendas “Defenderse no es un Crimen” y “Libertad para Autodefensas”.