Ciudad de México.-Los restos humanos de 38 personas supuestamente incineradas en el vertedero de Cocula y en el Río San Juan, en Iguala, Guerrero, son un elemento suficiente para considerar que alguno de ellos podría ser al menos uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Al presentar la investigación por violaciones graves de Derechos Humanos en el Caso Iguala, la Comisión indicó que es indispensable realizar un análisis genético a los fragmentos óseos encontrados en dicho basurero, ya que indicó que de estas “porciones petrosas de huesos constituiría un elemento suficiente para concluir que, cuando menos, los cuerpos de 19 personas habrían sido incinerados”.
También fue presentada la investigación sobre los trágicos hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014, de la cual se señaló que normalistas de Ayotzinapa ignoraban la realización de cualquier evento en el Zócalo de Iguala, por lo que la Procuraduría General de la República (PGR), se contradijo al señalar “Los estudiantes fueron a boicotear el evento de la Presidenta del DIF” y después informar “fueron para tomar autobuses”.
La CNDH indicó que la PGR no investigó la supuesta destrucción del Centro de Operaciones de Iguala, el robo de los CPU en donde se almacenaba información registrada por las cámaras de vigilancia urbana, del ayuntamiento de Iguala.
Se documentó que al menos 244 familias, cerca de 685 personas, fueron impactadas directamente por los hechos del caso Iguala y que debe la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) realizar un padrón completo de víctimas colectivas, familiares e individuales para realizar la reparación integral del daño.