“De verdad, la justicia en México es muy triste” expresó la joven Verónica Huante
Morelia, Michoacá.-“De verdad, la justicia en México es muy triste”, señala entre lágrimas Verónica Huante Parra de 24 años de edad. La revictimización de la que se duelen las víctimas de delito en los procesos judiciales, hoy la siente en carne propia.
La decisión tomada por Verónica el ocho de marzo de 2022 para denunciar públicamente haber sido víctima de violación cuando era niña, al exponer la imagen de su agresor Alejandro –periodista de larga data en los círculos y drenajes del poder público michoacano- fue muy difícil, tanto como ahora lo es enfrentar el tortuoso andar judicial en búsqueda de justicia.
La satisfacción que el tres de agosto de 2023 emanaba del rostro de la joven abogada tras decretarse la vinculación a proceso de Alejandro, contrasta hoy con su expresión de molestia y dolor por revivir lo que pensó era un paso dado.
Y es que tras determinación del juez Cristóbal Luviano Tena de vincular a proceso a Alejandro V., éste decidió apelar tal decisión. La querella encontró eco con el magistrado de la Primera Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Alejandro González Gómez, quien determinó echar abajo la vinculación.
Como un lacerante déjà vú, Verónica revive el capítulo suscitado hace ocho semanas: sentada en la Sala de Oralidad 14 escucha a los fiscales exponer nuevamente el caso, los detalles de las agresiones de las que fue víctima entre sus nueve y 12 años de edad, todo ello buscando allegar elementos suficientes para que el nuevo juez, Fernando Sánchez Martínez, resuelva si Alejando es o no vinculado a proceso.
“La primera agresión el 15 de marzo de 2008, cuando ella cumplía nueve años de edad y el subió por la noche a regalarle un perro de peluche…”, enlista el Ministerio Público.
A siete metros de distancia de Verónica, Alejandro escucha inmutable, vestido con camisa blanca y pantalón beige, custodiado por dos elementos de seguridad, un hombre y una mujer.
“Se abalanzó sobre ella abriéndole las piernas mientras liberaba su miembro para frotarlo en el sexo de la menor, masturbándose, luego procedió a penetrarla…”, continúa la relatoría del fiscal sobre otra agresión.
Hoy a Alejandro se le ve suelto, como usualmente se le solía ver en los pasillos y eventos del poder público, altivo y sin preocupación.
“La sometió quitándole la pijama -de Kitty-, short y calzón, sujetándola de los brazos e introduciendo sus dedos en la cavidad vaginal, frotando y penetrándola con su miembro…”.
En la Sala de Oralidad dos bancas paralelas albergan a los asistentes, la delantera para familiares de Verónica, la segunda para los de Alejandro y algunos reporteros.
Verónica se come las uñas mientras escucha nuevamente los pormenores de los cuatro hechos de violación y tres de abusos deshonestos por los que la Fiscalía busca se vincule a proceso a Alejandro.
Este miércoles él estrena nuevo defensor quien, solicita la duplicidad del término legal para poder argumentar sobre los hechos por los que se responsabiliza a su defendido. El juez accede y programa la continuación de los trabajos para el tres de octubre.
Al salir Verónica no logra contener el llanto, entre lágrimas declara a reporteros: “estoy molesta obviamente, se supone que la justicia en estos momentos no revictimiza a la víctima, pero es lo primero que hacen, estoy muy molesta porque tenga que pasar por lo mismo, el estar escuchando los mismos hechos porque un juez se equivocó en la primera audiencia, es lo que me molesta.
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“Es muy triste el estar pasando por esto y revivirlo es muchísimo peor, pero bueno, aquí sigo y voy a estar confiando en las autoridades, es lo único que puedo hacer ahorita”.