El gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, criticó que los legisladores federales no tomen en cuenta su propuesta de reforma a la Ley de Coordinación Fiscal, para que la repartición de recursos federales se modifique de 80 por ciento al gobierno de la república y 20 por ciento a estados y municipios, por un 75 por ciento al gobierno federal y el 25 por ciento restante a entidades federativas y municipios.
Durante su intervención en la inauguración de la pavimentación de las calles Lázaro Cárdenas, Aquiles Serdán y el acotamiento de la carretera federal Jiquilpan-Manzanillo, Aureoles Conejo insistió en cuestionar que los diputados y senadores del Congreso de la Unión no retomen su propuesta de reforma.
“Si me hicieran caso los diputados federales y el año que entra discutiéramos esto, la cosa cambiaría para todo el país, pero ojalá y algún día me hagan caso, la Ley de Coordinación Fiscal tiene 40 años, ya cambió todo y no se ha actualizado, por eso andamos con tantas limitaciones”, comentó.
Reiteró que la actual repartición de los recursos que recauda la hacienda pública federal, genera que de cada peso, el gobierno federal se quede con 80 centavos, el gobierno estatal con 16 centavos y el municipal con 4 centavos, lo que a su juicio es insuficiente.
“De cada peso, el gobierno federal se queda con 80 centavos y le manda 20 centavos a los estados y los municipios, luego los estados se quedan con 16 centavos y le mandan 4 centavos a los municipios”, explicó.
Señaló que de ser tomada en cuenta su propuesta de dividir el recurso en 75 por ciento para el Gobierno federal y 25 por ciento para Estados y municipios, se obtendría un recurso adicional de 300 mil millones de pesos, lo que equivaldría a 7 mil millones para cada estado de la república.
“Con mi propuesta de modificar la regla, se tendrían que reasignar alrededor de 300 mil millones de pesos, eso significa que en promedio cada estado recibiría alrededor de 6 mil, 7 mil millones de pesos adicionales, con eso tendríamos pa darles a todos los municipios para que paguen sus laudos, para que modernicen sus administraciones, para que tengan dinero para obra pública e inversión productiva y entonces ya todo cambia en la correlación”, detalló.
Comentó que la reforma no debe ser vista como un asunto de colores o partidos, sino de una urgencia por atender un problema estructural de escasez de recursos.
“No es de cuestión partidaria o de colores, es un asunto estructural de escasez de recursos”, dijo.
Comentó que la Ley de Coordinación Fiscal data desde hace 40 años, por lo que insistió en que se requiere sea actualizada.