Morelia, Michoacán, México.- Con un costo original de 13 mil millones de dólares que siempre es mayor por el tipo de cambio flotante, la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en el vaso seco del lago de Texcoco es un error debido al impacto ambiental no solo por ser un santuario de aves migratorias y residentes y por los vestigios arqueológicos que cuentan nuestra historia, sino por la función hídrica vital como regulador del ciclo del agua y en el control de inundaciones, sostuvo la diputada Cristina Portillo Ayala al señalar que destinar recursos públicos a un proyecto de la iniciativa privada, no solo es injusto sino inmoral. “Mi opinión y mi voto son en contra de la construcción de esta terminal aérea en Texcoco”, subrayó.
La legisladora michoacana emitió esta mañana en Morelia su voto y su opinión en el contexto de la gran consulta nacional organizada para que el pueblo mismo decida si se construye o no esta terminal aeroportuaria.
Cristina Portillo afirmó que la decisión sobre la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no debe polemizar al pueblo mexicano sino al contrario: reconocer el esfuerzo por ejercer un inédito modelo de democracia participativa del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en uno de los más polémicos proyectos de inversión en infraestructura en México, durante los últimos años.
Si bien la estimación más reciente en el costo de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), se fijó en 13,000 millones de dólares, la verdad es que el aumento en el costo de los materiales y la dinámica alcista del tipo de cambio, impactará hacia arriba en el costo final de esta obra donde hasta mediados de septiembre ya se habían invertido 140,000 millones de pesos a través de 321 contratos de 292 empresas que participan en diferentes segmentos y condiciones.
La diputada Cristina Portillo consideró que debe revisarse la alternativa de construcción del nuevo aeropuerto como una ampliación de la terminal militar de Santa Lucía –ubicada a unos 35 kilómetros del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México- donde los trabajos requerirían 50 mil millones de pesos, una cifra sensiblemente inferior al proyecto en Texcoco.