Familias huyen de la violencia en Chiapas, enfrentando desplazamiento forzado.
Chiapas.-Chiapas se enfrenta a una crisis humanitaria continua, ya que numerosas familias se ven obligadas al desplazamiento forzado, en los municipios de Chicomuselo, La Concordia y Socoltenango debido a la violencia generada por los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa (CS). La situación se agrava con la intervención de fuerzas militares que, según informes de residentes, han recurrido al uso de gases lacrimógenos contra civiles que protestaban por la inacción ante el crimen organizado y se resistían al derribo de una valla en la región montañosa de Chiapas.
Los desplazados buscan refugio en ciudades dentro del estado como Comitán y Tuxtla Gutiérrez, así como en localidades dentro de los mismos municipios afectados. Cáritas, una organización católica de la diócesis de San Cristóbal, ha iniciado una colecta de alimentos para asistir a los afectados, quienes han tenido que huir sin llevar consigo sus pertenencias.
Recientes enfrentamientos entre el CJNG y el CS en comunidades como Nueva América y Corona del Rosal en Chicomuselo, Chejel y Puerto Rico en Socoltenango, y Nuevo Resplandor en La Concordia, han provocado una nueva ola de desplazamientos masivos. Imágenes en redes sociales muestran a familias esperando en las orillas de la presa La Angostura, algunas cruzando en lancha hacia áreas cercanas.
Un grupo de desplazados llegó a Comitán, instalándose frente a una instalación militar en busca de asistencia humanitaria, donde recibieron cobijas de los soldados. Sin embargo, la incertidumbre y el miedo persisten, especialmente ante rumores de desapariciones y constantes tiroteos.
Los bloqueos carreteros impuestos por ambos cárteles en la sierra y la frontera de Chiapas, junto con los enfrentamientos y la presión para que los residentes se unan a sus filas, han exacerbado la situación. A pesar de los esfuerzos de Cáritas y la ayuda humanitaria proporcionada por la Secretaría de Protección Civil estatal, la comunidad sigue clamando por una solución efectiva a la violencia y el desplazamiento forzado que azota la región.
“Al principio fue sólo Frontera Comalapa, pero desde los últimos meses del año pasado, la organización El Maíz, brazo social del CJNG, empezó la ofensiva en Chicomuselo, obligando a la gente a afiliarse para hacer frente al CS. La mayoría rechazó unirse”, compartió un lugareño, destacando la aparente inacción gubernamental frente a la crisis.
La Secretaría de Protección Civil estatal ha activado protocolos de ayuda y ha establecido un Comité Estatal de Emergencias para coordinar la atención a los afectados. No obstante, la comunidad afectada por el desplazamiento forzado en Chiapas sigue en busca de seguridad y estabilidad en medio de un conflicto que parece no tener fin.