Uno de los temas que ha venido generando preocupación, inquietud y nerviosismo, después del triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos, es el famoso Tratado de Libre Comercio (TLC). Su especulación, radica en su posible modificación que podría impactar hasta en un 80% de las exportaciones en el país.
En este contexto, ha sido muy tajante el republicano dejando muy en claro su intención de renegociar e incluso salirse de él en caso de no llegar a un acuerdo para beneficiar a Estados Unidos.
Es importante indicar que el 1 de enero del próximo año el TLCAN cumple 23 años en vigor y, en 20 días posteriores se conocerá quizás con mayor claridad la magnitud de los retos que enfrentará en el futuro inmediato.
El punto es: que a pesar de que Donald Trump quiera modificar o salirse del (TLAN) no le será tan fácil como él piensa, ya que de entrada hay cuestiones legales que tendrán que atenderse para llevar a cabo o una renegociación o bien, la salida de Estados Unidos.
Asimismo, esto representaría un impacto económico para los países involucrados, y por supuesto Estados Unidos no es la excepción.
El TLCAN contribuyó a romper la fatalidad histórica de la vecindad con Estados Unidos e inició la construcción de un destino compartido en una región comercial próspera y estable; como también se convirtió en un acuerdo de inversión al quintuplicar los flujos anuales de capital hacia México.
Por otra parte, no se ha dicho con claridad y convicción, a pesar del proceso de desindustrialización en las grandes economías, entre los 10 estados de la Unión Americana que más empleos han obtenido del (TLCAN), además de California, Nueva York, Florida y Texas están precisamente los del Rust Belt: Pensilvania, Michigan y Ohio.
La mejor manera para que Estados Unidos no salga afectado, Trump deberá reunirse con los ejecutivos de Canadá y México, y luego someter la resolución a las legislaturas de los tres países. A su vez, Estado Unidos tendrá que pagar aranceles, en caso de que se salga del tratado, sin olvidar la reputación (personal branding).
¿Cuál es el fondo de este enorme temor de que se llegue a renegociar o se cancele el tratado de libre comercio de la regional o será que pierdan las exportaciones mexicanas competitividad por este cambio? ¿Qué crees tú?
Estoy convencido de que la propuesta de Trump apunta hacia un retroceso; además se centra en el comercio internacional, pero no ayuda a resolver problemas que existen en algunas comunidades del país, por ejemplo, el racismo y la desesperanza.
Sin duda, nuestro país está en un momento clave en que debe aprovechar los lazos comerciales con otras naciones y abrir nuevos canales de entendimiento con otros países, que se traduzcan en nuevos proyectos de inversión, asimismo, es necesario que consolidemos intercambios tecnológicos, científicos y de investigación que nos asegure caminar por el sendero del crecimiento económico, el desarrollo social y la prosperidad nacional.
P.D. Les dejo mi último artículo de este año amig@s. Nos escribimos el próximo año. ¡Felices fiestas! #MBV
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¡Sopas perico!